La duquesa de Cambridge asiste por primera vez como miembro de la Familia Real británica al tradicional desfile que celebra el cumpleaños de la reina Isabel
El otro protagonista del día fue el príncipe Guillermo ya que se trata del primer año que participa en el conocido 'Trooping the Colour' con su nuevo grado de coronel de la Guardia Irlandesa
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Un año más, este fin de semana ha tenido lugar el tradicional desfile militar 'Trooping the Colour' con el que se celebra de forma oficial el 85º cumpleaños de la reina Isabel II. Y es que aunque la soberana británica cumplió años el pasado 21 de abril, su celebración oficial tiene lugar un sábado de junio con el fin de incrementar las posibilidades de que haga buen tiempo y los ciudadanos puedan tomar parte en tal celebración.
Sin duda, este año era especialmente importante no sólo para la Reina sino también para su nieto, el príncipe Guillermo, ya que además de ser la primera vez que participa en el desfile como coronel de la Guardia Irlandesa, también ha sido la primera vez que ha contado con el apoyo incondicional de su mujer, la duquesa de Cambridge, que se ha 'estrenado' en este día tan especial para la Familia Real británica.
Desde que llegó al trono en 1952, con la excepción de 1955 a causa de una huelga ferroviaria, Isabel II ha asistido anualmente a este desfile que celebra la Guardia de Caballería en la gran explanada de Whitehall, el complejo de edificios del Gobierno. Así, la Reina y su marido, el duque de Edimburgo, que precisamente ayer cumplió 90 años y que iba vestido con el uniforme de coronel de la Guardia de Granaderos, con su reconocible casaca roja y gran morrión de piel de oso, dieron un paseo en carruaje por las calles más céntricas de Londres mientras recibían el cariño, el calor y los aplausos de todos los ciudadanos que han querido vivir con ellos esta uno de los grandes acontecimientos del año.
Les siguieron a caballo, entre otros, su primogénito y heredero de la corona, el príncipe Carlos, coronel de la Guardia Galesa, y el príncipe Guillermo. Por su parte, Catherine, que revivió el trayecto en carroza del día de su boda por el Mall, la gran avenida que une el Palacio de Buckingham con Whitehall, acompañada por el príncipe Harry, la duquesa de Cornualles y el príncipe Andrés, volvió a apostar por un look muy favorecedor en el que combinó los tonos blancos y negros. Tampoco faltaron a la cita la princesa Eugenia, que este año no estuvo acompañada por su hermana, la princesa Beatriz; el príncipe Eduardo, su mujer, Sophie Rhys-Jones, condesa de Wessex, y sus hijas, de las que sin duda lady Louise fue la más traviesa.
Con un espectacular marco de fondo lleno de colores y banderas que ondeaban al viento, los más de 1.300 miembros de la guardia del palacio de Buckingham que han participado este año en el 'Trooping the Colour' rindieron homenaje a su soberana en un espectáculo que Isabel II presenció por primera vez cuando tan sólo era una niña en 1934.
Tras el desfile, la Familia Real al completo regresó al Palacio de Buckingham para realizar el tradicional saludo en el balcón que continuó con una exhibición aérea que puso al broche de oro a la que sin duda será una de las celebraciones más especiales para la Reina.