Desde noviembre hemos estado pendientes de la boda real de Guillermo de Inglaterra con Catherine Middleton. De cada dato de estos cinco intensos meses de preparativos y de cada detalle de este histórico gran día, uno de los más emocionantes para los duques de Cambridge y uno de los más trascendentes para su futuro reino. Y ahora ¿qué? Después de que todos sus movimientos fueran seguidos por cerca de dos millones de personas, las vidas de los protagonistas y sus allegados han vuelto a la normalidad. El príncipe Guillermo ha retomado su trabajo como piloto de helicóptero de salvamento y rescate de la Royal Air Force y ha comenzado la semana como cualquier otra (solo que a esta precedían unas nupcias inolvidables y un romántico fin de semana posboda con destino desconocido), dirigiéndose a su base militar en Anglesey, la isla situada del norte de Gales donde inciarán su vida de recién casados. El futuro heredero llegó con gafas de sol y al volante de un Audi.
Se esperaba que los duques de Cambridge emprendieran su viaje de novios esta misma semana, pero las obligaciones castrenses del príncipe no se lo han permitido en estos momentos. Y es que, a pesar de su condición de segundo en la línea del trono, el futuro heredero tuvo que solicitar permiso como cualquiera de sus colegas para tomarse unos días libres para la celebración de su boda y la posterior luna de miel. Sus superiores generales le concedieron solo una semana de descanso antes del enlace y le pidieron que pospusiera el resto de sus vacaciones, por lo que su romántica partida será más tarde (los rotativos ingleses especulan como fechas de salida mayo, julio y agosto y como destinos algún país de África, Jordania, Australia...). Se desconoce si será antes o después de su tour por Canadá, que realizarán el próximo julio, y de su recién anunciada visita a California (Estados Unidos), que seguirá a su gira canadiense entre el 8 y el 10 del mismo mes.
El Príncipe no ha sido el único que ha retomado su vida cotidiana unos días después del gran acontecimiento: la reina, orgullosa abuela del novio, volvió ayer a la rutina diaria y visitó Newmarket, Cambridge; el príncipe Carlos reanudó su agenda oficial con un viaje a Estados Unidos, durante el cual recibió personalmente las felicitaciones del presidente Obama por la boda de su hijo, y la duquesa de Cornualles volvió a sus quehaceres oficiales con una visita al condado de South Yorkshire, Inglaterra, mientras que la familia Middleton ha regresado a la residencia familiar en Berkshire.