El príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles pasean en tranvía por el centro de Sevilla

Un concierto benéfico en un céntrico hotel madrileño puso fin a la visita del príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles a Madrid. Ambos volvieron a vestir sus mejores galas, Camilla fue fiel una vez más al color azul, aunque en esta ocasión fue azul oscuro, para asistir a un recital a beneficio de la fundación hispano-británica en la capital. Junto a ellos, otras caras conocidas como Blanca Suelves, Carmen Franco, Carolina Tieu y la infanta Margarita de Borbón con sus dos hijos, María y Alfonso, estuvieron presentes en esta cita, que se celebró en el céntrico hotel Ritz. Fueron unos 200 los invitados que disfrutaron de las obras de Elgar, Beethoven y Turina interpretadas por el Cuarteto Mendelssohn de BP.

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La pareja ha dicho adiós este viernes a la capital para trasladarse a Sevilla, donde comenzaron su visita en torno a las 13.00 y las 17.30 horas, una estancia que continuará, con carácter privado, descansando el fin de semana en una finca del duque de Wellington, en Íllora (Granada), de unas mil hectáreas. El heredero de la corona británica y su esposa, que comenzaron una gira en Lisboa que continuará en Marruecos, fueron recibidos en el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de Andalucía, por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán. Allí, el Príncipe de Gales y su esposa han contemplado, entre otras estancias, la recién restaurada capilla barroca, ya sin uso religioso.

En el Palacio de San Telmo, el hijo de Isabel II y su mujer saludaron al cerca de un centenar de curiosos que les esperaba a la entrada, en su mayoría turistas y con los que Camila tuvo una actitud cercana volviéndose hasta en tres ocasiones, con gestos de simpatía, para saludar a los ciudadanos que coreaban su nombre. Una vez dentro de este palacio barroco sevillano, que comenzó a construirse en 1682 para albergar una escuela para niños huérfanos de marineros, el Colegio Seminario de la Universidad de Mareantes, el príncipe Carlos mantuvo una breve reunión con el presidente de Andalucía, en la que trataron sobre la labor de la Fundación Tres Culturas de la Junta andaluza. La Duquesa de Cornualles, mientras, visitaba el Museo del Baile Flamenco junto a la Duquesa de Alba, que iba acompañada de Carmen Tello, y la bailaora Cristina Hoyos, promotora del museo, con quienes Camilla ha presenciado un espectáculo de baile. 

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Después han subido a un tranvía para desplazarse por el centro de Sevilla hasta el Ayuntamiento de la ciudad. Antes, han dado un pequeño paseo hasta la céntrica calle San Fernando. En este paseo han estado acompañados por la consejera andaluza de la Presidencia, Mar Moreno, mientras Camilla portaba una pequeña sombrilla de color claro para resguardarse del radiante sol que luce en Sevilla y se saltó el protocolo, junto a su marido, para saludar a numerosos ciudadanos que aguardaban su paso.

El príncipe Carlos, vestido con un traje gris y corbata y pañuelo en tonos rojizos, y Camilla, ataviada con un vestido estampado de flores en torno verdes y beis, han esperado la llegada de uno de los tranvías soportando las temperaturas casi veraniegas que se viven hoy en la capital hispalense, en una jornada completamente primaveral.

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En su corto trayecto en tranvía, Carlos de Inglaterra y la Duquesa de Cornualles, y ante la expectación de los ciudadanos que saludaban al tren al enterarse de que dentro iban tan ilustres visitantes, pudieron admirar monumentos históricos como el Archivo de Indias, la Catedral y la Giralda, y el Alcázar de Sevilla, conjunto declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

La primera visita oficial del Príncipe de Gales y su esposa a Andalucía concluye en torno a las 17.30 horas del viernes 1 de abril tras la visita al aeropuerto militar de Sevilla, donde está la sede de la empresa Airbus. A partir de esa hora, la pareja comenzará la visita privada a la finca del duque de Wellington de Íllora (Granada), que tiene un antiguo palacete del siglo XIX. La finca de campo es un obsequio del Gobierno español al duque de Wellington y a sus descendientes como muestra de agradecimiento por su ayuda durante la Guerra de la Independencia contra la ocupación napoleónica.