La cena de gala que se celebraba esta noche en el Palacio Real tenía todos los ingredientes de las veladas memorables palaciegas: la pompa de los grandes acontecimientos reales; el glamour de las damas; unos invitados de honor, el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles, próximos a la Familia Real española y de plena actualidad ante la próxima boda del príncipe Guillermo… Y más: el debut de los príncipes de Asturias como anfitriones en solitario en una ocasión como esta.
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Doña Letizia ha elegido uno de sus colores favoritos para la noche, el rojo, en un diseño de Lorenzo Caprile con cuerpo en guipur floral y la falda en organza de bajo abullonado y plisado "fortuny" (lo estrenó durante la visita de Estado de la Presidenta de India y lo lució en la cena en Madrid en honor del Presidente del Líbano en octubre de 2009). La Duquesa de Cornualles, por su parte, lucía un vestido azul, el mismo azul que luce en la bandera británica.
Entre los poco más de 100 invitados que han asistido a la cena ofrecida en el Palacio Real, se encontraban políticos, como las ministras de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez y Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y su esposo, el marqués de Murillo; el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida; empresarios de Repsol, Iberia, Ferrovial, Iberdrola, Red Eléctrica, Vocento, Grupo Zeta, Efe y Unidad Editorial y también destacados nombres de la cultura, como la cantaora Estrella Morente con su marido, el torero Javier Conde, y el historiador John Elliot.
La Duquesa de Alba, que llegó del brazo de su hijo Alfonso, duque de Aliaga, no dejó a nadie indiferente con su vestido color esmeralda y no perdió su estilo personal combinándolo con unos zapatos rojos. Recientemente doña Cayetana asistía a una cena en Buckingham presidida por el príncipe Carlos y la Duquesa de Cornualles y organizada por Porcelanosa, de la que ¡HOLA! informó en exclusiva. Poco tiempo después, se ha vuelto a encontrar con el hijo mayor de la soberana británica, en esta ocasión en Madrid.
El príncipe de Asturias en su discurso trató varios temas. Animó a "explorar nuevos ámbitos de colaboración en estos tiempos de crisis" entre España y Reino Unido, en el cambio climático, el desarrollo sostenible o la protección del medio marino y destacó el "sólido y antiguo sustrato" de las relaciones bilaterales, cuando España instaló en 1485 la que sería la primera embajada del mundo en Londres. Abordó además el espinoso tema de Gibraltar con estas palabras: "Hago [...] votos para que nuestras autoridades avancen en la solución del contencioso histórico bilateral que aún sigue pendiente". Recordó además, haciendo gala de un gran sentido del humor, que en Inglaterra se inventó el fútbol, deporte en el que España ha conseguido ciertos "logros reconocidos internacionalmente".
El príncipe Carlos por su parte elogió la contribución de las empresas españolas a la creación de empleo en Reino Unido y subrayó que los dos estados se han guardado respeto incluso cuando han discrepado y agradeció, en español, la hospitalidad de los Príncipes de Asturias. En la cena, en deferencia al príncipe de Gales, no se ha servido carne y ha sido regada, como no, con vinos españoles. Un broche de oro al primer día de la visita oficial del príncipe de Gales y su esposa a España que empezaba hoy poco después del mediodía al ser recibidos por los herederos a la corona española.