Una fotografía suya en bikini en el verano de 2008 hizo que la princesa Beatriz de Inglaterra cambiara el chip. No se encontró favorecida en la instantánea así que tomó la firme decisión de ponerse en forma y comenzar a afinar su silueta. Dicho y hecho. En un par de años, la hija de Sara Ferguson se ha deshecho de esos centímetros de más que no le gustaban y ha tonificado su cuerpo.
El cambio se nota a simple vista: la figura más fina, la cara más delgada… Su secreto es el que siempre funciona, cuidar la alimentación y hacer ejercicio. De hecho su preparación para el maratón de Londres, celebrado en abril de este año, contribuyó a mejorar su condición física. La Princesa completó los 42 kilómetros en unas cinco horas, como miembro de un equipo que iba atado durante toda la carrera con un fin benéfico. Tanto le gustó la experiencia que en septiembre repitió en otra carrera en Windsor.
Seguramente estar enamorada también le habrá ayudado a llevar mejor los sacrificios que supone la dieta. Y es que cada vez se la ve más contenta con su novio Dave Clark, ¿será que el amor le quita un poco el apetito? Lo que es cierto es que con su fuerza de voluntad, Beatriz ha conseguido su objetivo. ¿Qué le parece el cambio?
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