El vestido de Diana de Gales que sacudió Palacio a subasta
Los admiradores de la Princesa podrán adquirir algunos de sus conjuntos de la primera época en la Familia Real inglesa
No se trata de otro fascinante vestido de la princesa Diana, sino del primero. Del vestido de su debut que acaparó miles de flashes, del escote que sacudió Palacio y de la puesta en escena que generó una obsesión mundial por el estilo de Diana de Gales que aún perdura. Ahora los admiradores de la querida y recordada Princesa tienen la oportunidad de comprar la atrevida creación de tafetán negro que lució a los 19 años de edad para su primera apariencia oficial con su entonces novio, el príncipe Carlos, si pueden hacer frente al precio de salida.
El precioso vestido, que se espera que alcance los sesenta mil euros, es sólo uno de los artículos que David y Elizabeth Emmanuel, los diseñadores de muchos de los conjuntos lucidos por la joven Princesa en esa época, sacarán a subasta en junio. Al recordar el vestido en cuestión, Elizabeth declaró recientemente: "La transformación fue increíble. Llegó siendo una maestra de preescolar y al probárselo se convirtió en una estrella de cine".
Diana de Gales lo lució en 1981 en un baile benéfico en el Goldsmiths' Hall. A ella le gustó tanto que cuando adelgazó lo llevó de nuevo a Emanuel para hacerle algunos cambios, pero una vez allí decidieron hacerla una nueva versión más pequeña, y la original permaneció en su tienda. También se encuentra a disposición de todos la blusa de chiffon que la princesa Diana lució en 1980 para los retratos oficiales de su compromiso con el príncipe Carlos, así como los dibujos originales del diseño de su vestido de novia y el vestido blanco de seda que llevó durante un viaje a Bahréin en 1986.
Los Emanuel han decidido vender sus diseños para la Princesa después de varias crisis en sus vidas personal y profesional. Los años dorados como diseñadores de cabecera de Diana de Gales terminaron. Una década después de sus éxitos llegó el fracaso de su negocio y de su matrimonio. Elizabeth dejó a David en 1990 y emprendió su carrera en solitario. Ella tiene ahora su propia línea de ropa, Art of Being (El arte de ser), y él trabaja como diseñador de moda bajo su propio nombre.