El príncipe Guillermo y Kate Middleton están otra vez de vacaciones por los confines del mundo. La pareja trotamundos se encuentra en esta ocasión en Francia. La estación de esquí de moda de Courchevel ha sido su nuevo destino de viaje, donde pasan la semana en un resort de lujo con un grupo de amigos, incluida la hermana de Kate, Pippa. Los jóvenes, que salen juntos desde hace siete años, volaron hasta allí el pasado fin de semana e inmediatamente probaron las delicias de la estación, muy popular entre las celebridades como el magnate ruso Abramovich.
El aire Alpino y la libertad que allí se respira hacen de Courchevel un rincón a su medida y de sus vacaciones una luna de miel por adelantado. El nieto de la Reina de Inglaterra y su novia disfrutaron uno de sus primeros días de estancia de una larga comida en un restaurante de estilo rústico de montaña. Allí hicieron alarde de su amor mostrándose abiertamente cariñosos ajenos a todas las miradas. Entre confidencias, risas, atenciones continuas y más risas y más carantoñas se desarrolló el almuerzo. “Kate, que llevaba una chaqueta de esquí y gafas blancas, es bastante diminuta en persona, increíblemente delgada y muy bonita. El príncipe Guillermo no se quitó las gafas de sol, pero se le reconocía instantáneamente. Parecían una pareja muy amorosa”. Pero las románticas vacaciones que todos esperamos son otras. Las de la proposición.