Mientras llega o no el esperado anuncio de compromiso entre el príncipe Guillermo y Kate Middleton, la novia del hijo mayor del príncipe Carlos continúa dando signos de que su boda con el nieto de la reina Isabel podría estar más cerca de lo que se piensa. Y es que, según publica el diario británico Daily Mail, la joven de 28 años pasó las vacaciones navideñas con su familia en una de las residencias que posee su "suegro" en el Ducado de Cornualles.
Kate, sus padres Carole y Michael y sus hermanos Pippa y James pagaron los 3.465 euros que cuesta la estancia durante una semana en Restormel, una residencia de lujo de 500 años de antigüedad recientemente reformada y descrita como una de las casas históricas más queridas de Cornualles.
Los Middleton pasaron varios días en la propiedad, situada a escasos dos kilómetros de la ciudad medieval de Lostwithiel. La casa tiene nueve dormitorios, tres cocinas, tres salas de estar, una piscina cubierta y una cancha de tenis.
"A los Middleton no se les habría ocurrido pedir un descuento", ha declarado una fuente al citado diario. "Ellos pagaron como cualquier otra persona que reserva una estancia allí." Otras fuentes indican que, como el Ducado se administra de forma independiente, el príncipe Carlos no habría tenido que dar su autorización ni indicar quién podía o no quedarse allí ni por qué precio.
El príncipe Guillermo no estuvo en Restormel en Navidad junto a su novia, con la que mantiene ya siete años de relación, y prefirió unirse al resto de la Familia Real inglesa en Sandringham. Sin embargo el joven, que acaba de regresar de su primer viaje oficial en representación de la Reina a Australia y Nueva Zelanda, ya ha estado allí antes con su hermano Harry, por lo que se cree que fue él quien le recomendó este lugar a su novia.