El príncipe Guillermo se prepara día a día para ser, en el futuro, un digno representante de la corona inglesa. Así, si hace poco lo veíamos licenciándose como piloto de helicóptero, ayer mismo aterrizaba en Nueva Zelanda cumpliendo con su apretada agenda. Ha iniciado un viaje, de seis días de duración, que también lo llevará a Australia.
Se trata de la primera ocasión en que el hijo del Príncipe de Gales viaja al extranjero representando a su abuela, Isabel II. Guillermo de Inglaterra aterrizaba en el aeropuerto de Auckland procedente de un vuelo regular de la compañía Air New Zealand y era recibido por el Primer Ministro del país, John Key, y por el Gobernador General Representativo de la Reina, Anand Satyanand. Su primera cita la tenía en el edificio del Tribunal Supremo, en Wellington.
Además, pudo disfrutar de una típica cena maorí -a base de cerdos salvajes cocinados en hornos bajo tierra-, fue recibido por los ancianos maoríes con un hongi, el roce de las narices tradicional que simboliza el intercambio de aire. También protagonizó un viaje en velero -que él mismo comandó en algunos momentos- y una visita al Estadio Eden Park de Auckland, donde jugó al rugby con un grupo de niños. En ningún momento faltaron seguidores del Príncipe que lo están acompañando a su visita. Los ciudadanos se acercaban a saludarlo y él les correspondió amablemente y demostró, una vez más, su buena mano con los más pequeños.
No obstante, ésta no es la primera vez que el Príncipe pisa tierras neozelandesas. En dos ocasiones anteriores, y sobre todo por cuestiones deportivas, había viajado hasta las Antípodas. Su secretario personal, Jamie Lowther-Pinkerton, añadía: "El príncipe Guillermo está encantado de representar a la Reina en esta importante ocasión en Nueva Zelanda, al que tiene mucho cariño´y que visitó previamente en 2005".
Está previsto que tras tres días en Nueva Zelanda se traslade a Australia, donde llevará a cabo un viaje no oficial.
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