Debería haber sido un plácido fin de semana en el campo; una romántica cita con el hombre del que está enamorada y que por sus obligaciones en las Fuerzas Aéreas ve tan poco a menudo. Pero cuando Kate Middleton se relajaba el sábado por la noche en su nuevo encuentro con el príncipe Guillermo en el pub The Potting Shed en Wiltshire, no tenía ni la menor idea del revuelo que pronto se armaría.
Una inesperada llamada de teléfono desde palacio al príncipe Guillermo anunció aquel cenizo sábado un mal presagio para la felicidad de la pareja y trajo un abrupto final a su idílico fin de semana. Las inesperadas noticias eran que un rotativo iba a publicar una historia denunciando que habían pillado al tío de la joven, Gary Goldsmith, el hermano de su madre, Carole, suministrando a sus colegas drogas de un enorme alijo de cocaína que guardaba en su lujosa villa en Ibiza, así como servicios de prostitución.
Aquellas pocas palabras hicieron pedazos las esperanzas de Kate. Después de casi ocho años de relación con el nieto de la reina Isabel, su sueño de convertirse un día en su esposa parecía de repente acabado. Debieron rondarle por la cabeza en aquellos angustiosos momentos un buen número de preguntas: ¿Querría el príncipe Guillermo casarse con ella todavía?; ¿Qué pensaría su familia?; ¿El público la rechazaría por las bajezas de su tío? Pues bien, en el momento en el que ella necesitaba más que nunca a su Príncipe, este no le falló. La ha apoyado, como siempre ha hecho.
También su entereza de siempre la ayudará a vencer el bache. Los amigos la describen como "capaz de superar todos los obstáculos". Algo que el Príncipe descubrió desde el principio y que siempre ha admirado de ella. Lo ha demostrado en los no pocos embates que Kate ha resistido por sus orígenes. La pareja se conoció en la Universidad de St. Andrews en 2001 y, tan pronto como su relación saltó a la prensa, los críticos comenzaron a despreciar el bajo estatus (clase media) de los Middelton, aparentemente convencidos de que su condición social era impropia de la novia de un futuro Rey. Aunque sus padres, millonarios ahora, se han hechos a sí mismos gracias al éxito de su compañía Party Pieces, los antepasados de Kate incluyen mineros y labradores. También han acusado a su madre de haber enviado a Kate a la misma universidad del Príncipe con la esperanza de que su hija le conquistara.
Lo de ahora es distinto. Kate tiene que enfrentarse a las indiscreciones y demás fechorías de su tío Gary, un adinerado playboy de 44 años. El empresario cervecero, que se jactó a algunos periodistas de que sabía detalles íntimos acerca del romance real, fue captado en vídeo preparando unas rayas de polvo blanco mientras aseguraba que pronto su sobrina estará casándose con el futuro Heredero al trono. El tío, que hizo supuestamente una fortuna con la venta de su compañía, tiene sus iniciales tatuadas en el hombro y, al parecer, las palabras “nuevo rico” entre los omóplatos, mientras que ha llamado su casa de campo "Maison de Bang-Bang". Parece que él y Kate fueron cercanos en una época. Hace algunos años, disfrutaron de una vacaciones en su casa de Ibiza su sobrina y el Príncipe, al que Gary se refirió precisamente no con palabras bonitas, después de que el nieto de la Reina y un amigo le rompieran algunos adornos de su casa. Hoy, claro está, cualquier remoto lazo entre el Príncipe y el tío de Kate está roto y su novia ha aliviado tensiones por el escándalo en sus recientes vacaciones con sus padres a la isla caribeña de Mustique.
Tanto palacio como el entorno de los Middleton mantienen silencio, pero algunas personas cercanas al círculo real están dispuestos a compartir sus puntos de vista. La vizcondesa Bangor, mejor conocida como Sarah Bradford, biógrafa de la Reina y de la princesa Diana, dijo a Hello!: "Aunque debió de ser tremendo para Kate, ella no debería preocuparse demasiado. Todo pasará una vez ella y el príncipe Guillermo estén casados". Su consejo está en la línea de la nota que el príncipe Carlos, según cuentan, envió a Kate con el sucinto mensaje: "Olvídalo". Otro miembro del círculo de Kate también coincidió. "Todo el mundo tiene a personas en sus vidas que por ellos más bien no tendrían. Uno puede escoger a sus amigos, pero no a sus parientes. De cualquier forma, no hay nada en la vida de Kate que pudiera ser utilizado en su contra. Ella es chirriantemente limpia".
Así que el veredicto es que sí: los Middleton tienen una oveja negra en su familia, pero ¿quién no?. Además esta última prueba puede haberles unido aún más y, de todas formas, la historia será olvidada cuando la pareja esté comprometida. Lo que es seguro es que el tío Gary no recibirá una invitación a la boda.