Una mascota es para su dueño un miembro más de la familia. Así lo siente también la princesa Beatriz que quiere encontrar a toda costa a su querido Max. Un terrier de Norfolk al que busca desesperadamente desde hace una semana, cuando el can se escapó en el Great Park de Windsor. Perder a su perro favorito ha supuesto a la joven un disgusto de tal calibre que desde el primer momento su abuela la Reina de Inglaterra se ha ofrecido a echarle una mano extra para bien hallar al animal perdido y ha estado colaborando en la búsqueda.
Se está haciendo lo posible y hasta lo imposible por encontrar a Max. La princesa Beatriz ha pasado horas buscando al perro en su propiedad de 2.000 hectáreas, ha mandado a sus guardabosques y jardineros rastrear el parque, se ha puesto en contacto con su servicio personal de seguridad y ha distribuido alrededor del parque real, en Berkshire, decenas de carteles de "perdido" pidiendo ayuda al público. Los póster mencionan que Max es un terrier de Norfolk rubio rojizo; que, aunque no lleva collar, sí microchip, y que el animal ha perdido dos incisivos inferiores delanteros.
Todo por su apreciada mascota. Y es que son muchos años juntos. La Princesa recibió al perro como regalo hace siete años y, desde entonces, le quiere como a un miembro más de la familia. Tanto que incluso tiene un bolso con una fotografía de la cara del perro impresa en él. Y es que la princesa Beatriz ha crecido con una amante de los perros en mayúsculas y ha tomado ejemplo de su abuela. La soberana inglesa aprecia tanto a los animales que no concibe su hogar sin mascotas. Y no han sido precisamente pocas las que han disfrutado de las comodidades palaciegas. A lo largo de su reinado, Isabel II ha sido dueña de más de 30 perros corgi, raza canina preferida por Su Majestad. El primero fue un regalo por su 18º cumpleaños, su nombre era Susan, y muchos de los corgis que tiene en la actualidad (Emma, Linnet, Monty, Holly y Willow) son descendientes de ella. La Reina, no cabe duda, aparecerá en los anales caninos por su amor a los perros pero, especialmente, por haber introducido en el mercado una nueva raza, llamada dorgis, cuando uno de sus corgis se cruzó con el dachshund de la princesa Margarita. Pero Isabel II también presta sus atenciones a otras razas como pueden ser los labradores o cocker spaniels. De tal Reina, tal Princesa.