La alocución corrió a cargo del Obispo de Londres, Richard Chartres y el servicio fue oficiado por el Reverendo Patrick Irwin, Capellán de la Household División
Las Lecturas las realizaron los Príncipes Guillermo y Harry, y su tía, la hermana mayor de Diana, Lady Sarah McCorquodale
Del repertorio musical elegido por los hijos de la Princesa habría que destacar una de las piezas preferidas de su madre "O Virgin Mother of God, Rejoice", de Rachmaninov, extraída de las Vísperas, que se cantó en antiguo eslavo eclesiástico, porque así era como la escuchaba la Princesa; el motete de Mozart Ave verum corpus e In paradisum, de Fauré
Andrew Gant, director de coro y compositor de la Capilla Real de Su Majestad, realizó los arreglos para Nimrod, de las Variaciones Enigma de Sir Edward Elgar, usando el texto del Agnus Dei, de la misa de réquiem. Durante la ceremonia actuaron los coros de la Guards Chapel, de la Capilla Real y de Eton College (colegio del Príncipe Guillermo y del Príncipe Harry), junto con una orquesta de la Academia Real de Música, de la que la Princesa era presidenta
Los hijos del príncipe Carlos seleccionaron entre todos los Himnos Be Thou My Vision con la melodía irlandesa tradicional Slane; The Lord's My Shepherd con la música escocesa de Crimond; Guide Me, O Thou Great Redeemer con la clásica galesa Cwm Rhondda; I Vow To Thee, My Country con el conocidísimo tema inglés Thaxted, el favorito de la Princesa
Las Oraciones fueron escritas por Rowan Williams, Arzobispo de Canterbury... "Dios, Padre nuestro, recordamos ante ti a Diana, Princesa de Gales y te ofrecemos nuestra gratitud por todos los recuerdos de ella que todavía atesoramos. Su vulnerabilidad y su deseo de tenderles la mano a los marginados y los olvidados nos conmovieron a todos; su generosidad ofreció esperanza y alegría a muchos. Descanse en paz allá donde el dolor y el sufrimiento están prohibidos, y que la luz eterna de tu amor misericordioso brille sobre ella; por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Padre eterno, fuente infalible de paz para todos los que te buscan, encomendamos a tu amor y protección a todos aquellos para los cuales este aniversario de la trágica y prematura muerte de Diana, Princesa de Gales, vuelva a despertar el dolor de la profunda pena y de la pérdida. Consuela a todos los que lloran, que proyectando todas sus preocupaciones sobre ti, les llenes con tus regalos, de nueva vida, valor y esperanza; por Jesucristo, nuestro Señor. Amén."