El Príncipe Carlos de Inglaterra ha querido que el 60 cumpleaños de su esposa, la Duquesa de Cornualles, fuera muy especial, por ello a parte de la celebración que el pasado martes tuvo lugar en a Bromham, en el condado de Wiltshire, el Príncipe llevó a cabo anoche una gran fiesta de etiqueta en su residencia de Highgrove, en Glouscestershire, a la que acudieron alrededor de 200 invitados, entre amigos, familiares, actores, políticos y deportistas. La celebración estuvo organizada y supervisada por Michael Fawcett, amigo personal de Príncipe, y el mismo que se encargó de la organización de la celebración privada del ochenta cumpleaños de la reina Isabel II.
A esta maravillosa fiesta no quisieron faltar tampoco Zara Philips y su novio, el jugador de rugby Mike Tindall, la princesa Ana, los hijos de la Duquesa de Cornualles, Tom y Laura, que coincidieron en la campiña inglesa con su padre, Andrew Parker Bowles, y su mujer, Rosemary. Uno de los invitados que más miradas acaparó fue el [príncipe Guillermo], que estuvo acompañado por su ex novia, Kate Middleton. Una de las dos grandes ausencias de la noche fue la del [príncipe Harry], que no pudo estar al lado de la Duquesa en este día debido a que se encontraba de vacaciones con su novia, Chelsy. Pero sin duda la ausencia más destacable fue la de la reina Isabel II, que según dio a conocer Clarence House, la residencia oficial de la soberana, no acudió por no tratarse de un evento a esa escala.
Los ingeniosos regalos de la Duquesa de Cornualles Aunque la anfitriona de la fiesta pidió que no le regalaran nada y que, en lugar de esto, hicieran donaciones a la Sociedad Nacional de Osteoporosis, organización benéfica que ella preside, lo cierto es que el Príncipe Carlos quiso sorprender a su esposa. Carlos de Inglaterra obsequió a Camila con una pareja de carnero y oveja, dos salvajes regalos que la Duquesa de Cornualles recibió con mucha alegría, ya que es una amante de los animales. El Príncipe se gasto 446 euros en cada uno de los rumiantes, pero ésta no es la primera vez que Carlos hace un desembolso económico de este tipo ya que en otra ocasión llegó a gastarse 15.000 euros para que Camila pudiese ir a lomos de dos ponis. A parte de estos presentes, el heredero a la Corona Inglesa regaló a su esposa un impresionante collar diseñado por Harry Collins, el joyero de la Casa Real Inglesa.
Por su parte, los invitados disfrutaron de una encantadora recepción con champán en los jardines de Highgrove gracias a la tregua que dio la lluvia, ya que estos días las inundaciones en el Reino Unido por las intensas lluvias caídas se han repetido en numerosas partes del país, hasta el punto de que llegó a dudarse si podría llevarse a cabo la celebración en la campiña inglesa. Mas tardes los asistentes disfrutaron de una cena de tres platos elaborados con comida ecológica.