El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte tiene sus antecedentes más remotos en la colonización de las islas por el ejército romano. Tropas que fueron evacuadas, varios siglos después, por las tribus anglosajonas, que desembarcan en las islas y sientan los cimientos de lo que sería la nueva Inglaterra.
Corre el siglo VI, la centuria en la que se supone la existencia del mítico rey bretón Arturo y de los Caballeros de la Tabla Redonda. De los valientes señores que lucharon contra la invasión anglosajona. La primera Monarquía Especial mención, en este primer apartado de la historia, la merece el Rey Egberto, llamado también Alejandro el Grande. El soberano que crea, en 827, la primera monarquía y que esculpe con sus propias manos un nuevo destino para Inglaterra: transformó el ejército, la educación y la justicia, fortificó ciudades, fundó escuelas, construyó una flota, tradujo varias obras del latín y escribió las primeras crónicas en las que se reflejaban los principales acontecimientos de la época...
Le siguen Eduardo el Confesor, (1042), y los reyes normandos. Entre ellos, Guillermo I el conquistador, que se apropia de la corona el día de Navidad de 1066 y que hace desarmar ciudades y construir castillos en Londres para acuartelar las tropas reales. De él escribió un cronista sajón: "Era suave con los buenos hombres que amaban a Dios y terrible fuera de todo límite con los que desobedecían su voluntad".