"Yo he podido dejar mis pastillas las píldoras para dormir y las de la depresión, dice Paul. Tengo que admitir que también estuve bebiendo demasiado durante ese período. no mantenía a mi familia. Sentía que había perdido toda la integridad y dignidad públicas como más íntimo confidente de la princesa. La gente intentaba ponerme por los suelos". En ese punto bajo, María le pidió que viera a un terapeuta personal. "En la primera sesión no pude expresar mis sentimientos en absoluto, pero después, al darme cuenta de que ella estaba obligada a la confidencialidad profesional, comprendí cuánto necesitaba desahogarme".
"La hipoteca fue dejada en suspenso y, aunque la floristería que abrimos para mantener mi mente ocupada nos daba para comer, teníamos miedo a perder la casa. Vendimos algunas de las joyas de María, y nuestros dos seguros de vida los tuvimos que suprimir. Sólo para seguir adelante tuvimos que cobrar los ahorros de 15.870 euros de los chicos, pensados para ayudarles a que fueran a la Universidad o comprarles un coche a cada uno a su debido tiempo. Como padres, eso significó hacer una cosa muy dura. Literalmente hemos dependido de las dádivas de la familia y de amigos muy buenos para pagar las facturas de la electricidad".
Paul dice que los 476.000 euros que recibió por su historia en el diario Daily Mirror, justo compensan lo que ha dejado de ganar en dos años, "y servirán para pagar todas nuestras deudas".