Un lugar paradisíaco, recóndito e idílico en el que la Reina Madre organizaba, con frecuencia, picnics y jornadas de pesca en el río Lodge para su círculo de amigos... Y, también, ese lugar en que vestida con su falda escocesa, sus botas de campo y su sombrero con pluma, enseñó las artes de la pesca a su nieto [Carlos de Inglaterra] cuando éste era tan sólo un pequeño muchacho.
A doce kilómetros de Balmoral
Impregnada de un halo muy victoriano, está situado este solitario edificio en un enclave idílico -en el gran valle del río Dee, entre los bosques de Birkhall y la cañada Muik- y a tan sólo 12 kilómetros del castillo de Balmoral. El viejo palacio donde la [Reina de Inglaterra] pasará todo agosto alejada absolutamente de la vida pública. Un mes, sin duda, muy familiar ya que Isabel II recibirá en estas tierras altas la visita de sus hijos y también la de sus nietos, el [príncipe Guillermo] y el [príncipe Harry], y de sus nietas, Beatriz y Eugenia, cuando su padre, el príncipe Andrés, se traslade hasta el Sur de Francia con su novia, Paddy McNally.
Agosto y parte de septiembre
Carlos y Camila pasarán, según un portavoz del futuro Rey, "agosto y parte de septiembre en Birkhall" realizando, al parecer visitas privadas, montando a caballo, pescando y disfrutando de una atmósfera íntima. La misma que buscaba su antepasada, la reina Victoria, que halló la felicidad en estas tierras junto a su marido, el príncipe Alberto, dedicándose a lo que más le gustaba hacer: pintar, arreglar el jardín, jugar con sus nueve hijos... La emblemática monarca inglesa eligió, hace más de un siglo, Deeside como destino de vacaciones y, desde entonces, las sucesivas generaciones de la [Familia Real inglesa] han seguido su ejemplo. Ahora, el príncipe Carlos, [fallecida la Reina Madre], continua la tradición.