Máxima y Beatriz de Holanda intercambian sus tiaras nupciales
Beatriz de Holanda eligió esta tiara para su boda, la usó con mucha frecuencia y parecía que era la única que se guardaba para ella… Hasta que Máxima se convirtió en reina. Se trata de una joya única, un delicado diseño de diamantes y perlas de lágrima escalonadas que la esposa de Guillermo de Holanda lució hace unos días durante la cena de gala ofrecida al cuerpo diplomático. Es la segunda ocasión que Máxima de Holanda se la pone y siempre lo hace con vestidos en tono oro viejo.
Conocida como la tiara de perlas Württemberg, es una magnífica obra de joyería compuesta de diamantes antiguos con un diseño de volutas y flores de lis entrelazadas que quedan coronadas por cinco perlas naturales, purísimas, en forma de lágrima, y en tamaño muy poco frecuente. Un tesoro de valor incalculable, regalo del rey Guillermo I de Württemberg a su hija, la princesa Sofía, primera esposa del rey Guillermo III de los Países Bajos.
Curiosamente, en el mismo acto celebrado la semana pasada, Beatriz de Holanda llevaba la tiara nupcial que lució la ahora reina Máxima el día de su boda. Esta espectacular joya está formada por una base de oro blanco con incrustaciones de diamantes, desde donde se sitúan cinco flores con forma de estrella.