Masako de Japón ha vuelto a sacar fuerzas de flaqueza por su gran amiga Máxima de Holanda a la que ha querido rendir homenaje con su presencia en los actos de bienvenida de su visita oficial al Imperio del Sol naciente. La princesa triste, sumida desde hace más de diez años en una profunda depresión inducida por estrés, ha querido corresponder a toda costa al cariño que le ha demostrado siempre la reina Máxima, que ha jugado un papel clave en la mejoría de su estado de salud al haber contribuido a que "la autoestima de la Heredera nipona aumentara de forma considerable desde que la invitara personalmente a la coronación del rey Guillermo Alejandro" en abril de 2013.
Parece que no hay nada que Máxima de Holanda no pueda lograr y si entonces consiguió que la princesa Masako abandonara su clausura en Palacio y cruzara el mundo para acudir a los grandes fastos de la investidura junto a los demás miembros de esta gran familia de la realeza -la Princesa japonesa no participó en todos los actos programados por motivos de salud, pero estuvo presente en el acto central y posó en la foto de grupo con el resto de casas reales, tras lo cual se retiró a descansar-, ahora la visita oficial a Japón de los Reyes holandeses no sólo ha vuelto a sacar a la Heredera de su retiro oficial, sino que ha logrado el más difícil todavía: su asistencia a una cena de gala, algo que no hacía desde hace nada menos que once años.
Los Reyes de Holanda y su comitiva real, integrada por el Ministro de Asuntos Exteriores, Bert Koenders, y el Ministro de Economía, Henk Kamp, han comenzado su viaje oficial a Japón, que se extenderá hasta el próximo viernes, con un caluroso recibimiento de los emperadores Akihito y Michiko, como rige el protocolo, pero también de los Príncipes herederos, Naruhito y Masako, que tal vez contagiada por la rutilante alegría de la reina Máxima, tal vez movida por la emoción del reencuentro, ha exhibido una tímda sonrisa. Tiene en su buena amiga la mejor inspiración.
Los soberanos holandeses han sido obsequiados con todos los honores por sus anfitriones en una solemne ceremonia de bienvenida en el Palacio Imperial de Tokio, tras la cual ha tenido lugar un almuerzo. Durante los protocolarios saludos hemos vuelto a ser testigos de la sincera amistad y la máxima compenetración entre las damas, que se han puesto de acuerdo en su indumentaria y ambas han vestido el color nacional de Holanda. Masako de Japón, de Orange en honor a la soberana holandesa, realizó una profunda reverencia cuando le tocó el turno de saludar a Máxima de Holanda, quien le respondió con un cariñoso beso. La primera cena de gala en más de una década a la que asistía esta noche la princesa Masako ha puesto el broche de oro a este primer día de visita.
Pero ha habido mucho más. Los soberanos holandeses, tras su llegada a la capital tokiota, visitaron el instituto 21_21 Design Sight, creado por el mítico modisto de alta costura Issey Miyake y cuyo edificio ha sido obra del arquitecto Tadao Ando. La iniciativa tiene como objetivo estimular el interés de la sociedad por el diseño en todas sus formas. Los Reyes han recorrido la exposición temporal The Fab Mind, dedicada a cómo la sociedad de la información ha afectado positivamente a la lucha contra la desigualdad social. A continuación, los soberanos asistieron a un encuentro con la comunidad holandesa en la capital japonesa para, inmediatamente después, trasladarse a un templo sintoísta y una pagoda budista. Los Reyes serán instruidos durante la visita sobre cómo estas dos sensibilidades religiosas y espirituales afectan a la vida cotidiana de los japoneses.
El jueves, segundo día del viaje oficial, comenzará con la inauguración, por parte del rey Guillermo Alejandro, de un congreso sobre energía eólica. Después de la catástrofe nuclear de Fukushima en 2011, Japón busca alternativas energéticas más seguras y ecológicas. Los Países Bajos son en ese sentido un ejemplo, habida cuenta del gran desarrollo de la energía eólica en ese país. Los Reyes asistirán a varias exposiciones de empresarios holandeses que desarrollan proyectos de parques eólicos. La mañana se completará con una reunión con directivos de empresas japonesas con presencia en los Países Bajos. Por la tarde los Reyes visitarán la Universidad de Tokio. Japón se encuentra entre las naciones desarrolladas en el que el envejecimiento de la población es más acuciante. Los soberanos holandeses podrán conocer de mano de diversos sociólogos las medidas que las autoridades niponas están desarrollando para combatir esta situación y departirán con altos funcionarios y personas de las tercera edad sobre el uso de robots en la atención de los mayores.
El viernes, el rey Guillermo Alejandro leerá un discurso en la Conferencia de Agricultura y Alimentación. Japón aspira en estos momentos a desarrollar su sector agroalimentario y, para ello, tiene como modelo a los Países Bajos, segundo exportador de este tipo de productos en el mundo. A continuación, los soberanos asistirán a diversas presentaciones de empresarios japoneses y holandeses sobre cooperación empresarial entre ambas naciones. Más tarde, los Reyes se reunirán con el Presidente de la organización de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Al final de la tarde del viernes los soberanos holandeses ofrecerán en agradecimiento a la hospitalidad japonesa un concierto del conjunto Musica Amphion, especializado en composiciones de los siglos XVII y XVIII interpretadas con instrumentos originales.
La Casa Real holandesa ha anunciado que con motivo de la visita oficial a Japón se hará entrega de una serie de condecoraciones, entre las que se encuentran la Gran Cruz de la Orden de la Casa de Orange a la princesa Masako y a los príncipes Akishino. El primer ministro Abe recibirá, por su parte, la Gran Cruz de la Orden de Orange Nassau.
Se trata del del segundo viaje de estado del año para los Reyes holandeses, tras su viaje a Polonia en junio pasado. Para el rey Guillermo Alejandro es la segunda vez que viaja a Japón de manera oficial. La primera fue en 1991, cuando como Heredero acompañó a su madre, la por aquel entonces reina Beatriz, en representación de su padre, el príncipe Claus, que no pudo acudir por enfermedad. La semana que viene los Soberanos holandeses se trasladarán a Corea del Sur, también en visita de estado.