La reina Máxima vivirá hoy el Mundial con el corazón partío. Dividido entre su presente y su pasado, entre su país de adopción y su país natal. Y es que las selecciones de Holanda y de Argentina se enfrentarán esta tarde (17:00 hora local) en el Arena Corinthians de Sao Paulo para disputar la segunda semifinal de la Copa del Mundo.
Se batirán con toda la presión y la ilusión por acceder a la final, donde ya espera Alemania. Será un duelo con mucha historia y varias estrellas en el campo. La selección albiceleste de Alejandro Sabella, con la baja sensible de Ángel Di María, volverá a disputar esta instancia decisiva de un Mundial tras 24 años de ausencia y tendrá en Lionel Messi el gran líder y embajador de este sueño. La Naranja Mecánica, en su quinta semifinal en diez participaciones mundialistas, quiere dejar en el olvido las tres finales perdidas (1974, 1978 y 2010) para estrenarse como campeón mundial. Con una ofensiva temible compuesta por Wesley Sneijder, Arjen Robben y Robin Van Persie, el equipo que conduce Louis van Gaal quiere convertirse en el primero europeo en consagrarse en tierras americanas.
El duelo de estrellas en el campo también tendrá su lucha en las tribunas donde la marea albiceleste se cruzará con la naranja. Los argentinos, que han invadido los estadios brasileños en cada una de las presentaciones de la Albiceleste tendrán en Sao Paulo una dura resistencia de los holandeses, que contarán con el apoyo del público local. La rivalidad es máxima y sospechamos que la Reina tendrá el corazón en un puño, y nos preguntamos por quién latirá. Unas veces se gana, otras se pierde, y hay veces que se gana y se pierde al mismo tiempo. Gane quien gane, hoy ganará Máxima de Holanda, y pierda quien pierda, perderá ella también. Aunque seguro que demuestra buen perder y mejor ganar con una de sus sonrisas, sello de la casa.