Los Reyes de Holanda se encuentran de viaje oficial en Polonia desde ayer, donde fueron homenajeados con una cena de gala en el Palacio Presidencial de Varsovia. Para el evento Máxima volvió a apostar por el diseñador argentino, Benito Fernández.
Muy dada a promocionar a diseñadores de su país natal, la soberana rescató de su armario un vestido de escote irregular en seda de color violeta con una gran flor roja en la cintura. Un modelo que ya había llevado durante su viaje de estado a Singapur el año pasado. Máxima se recogió el pelo con un moño ladeado y como aderezo optó por la tiara de pavo real, una espectacular joya cargada de historia.
Durante la gran cena de gala se pudo ver la buena sintonía que existe entre los dos países, y el rey Guillermo Alejandro aprovechó para agradecer a Polonia su contribución en la liberación de Holanda durante la Segunda Guerra Mundial: 'Nuestra libertad está en parte basada en vuestra heroicidad. En Holanda no lo hemos olvidado. Sois parte de nuestra historia', dijo el Soberano.
Un viaje de dos días repleto de actos
Esa misma mañana los Reyes de Holanda habían aterrizado en el aeropuerto de Varsovia, donde fueron recibidos por el presidente Bronislaw Komorowski, y su esposa Ana Komorowska. Desde allí se dirigieron a la tradicional ceremonia de bienvenida y a la inspección de la guardia.
Para su primer viaje oficial como reyes a Polonia, Máxima combinó un vestido fucsia con complementos en tono ‘burgundy’, entre ellos una favorecedora pamela de ala ancha, con unos impresionantes pendientes largos, y unos zapatos de otro de sus diseñadores fetiche Edouard Vermeulen.
Por su parte el presidente polaco, aprovechó este viaje de los monarcas para otorgarles la mayor distinción del Estado polaco, nombrándolos Caballeros de la Orden del Águila Blanca, creada por el rey Augusto II de Polonia (1670-1733) en 1705.
La visita de estado continuará a lo largo del día. Como muestra de agradecimiento por la hospitalidad recibida, los Reyes brindarán un concierto de los pianistas holandeses Lucas y Arthur Jussen. Por la tarde Guillermo y Máxima se trasladarán a la ciudad de Poznan, donde visitarán la terminal de trenes CLIP, que sirve como conexión con el puerto de Róterdam.
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