Corren nuevos tiempos en los tronos de Europa. Tanto Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda como sus homólogos vecinos, Felipe y Matilde de Bélgica, han comenzado su nueva andadura como soberanos con una intensa gira oficial de presentación en casa, recorriendo palmo a palmo su nuevo reino, y en el extranjero, sintiendo de cerca el cariño de los millones de admiradores en todo el mundo. Parada tras parada se ha repetido el mismo guión -un caluroso recibimiento, numerosas muestras de cariño y felicitaciones- que en el viaje anterior. Pero hoy la bienvenida era el doble de cálida, el afecto era el doble de entusiasta y las enhorabuenas eran el doble de alegres al reunirse en La Haya los recién coronados Reyes de Europa.
Felipe y Matilde de Bélgica hacían como Reyes su primera visita oficial a Guillermo y Máxima de Holanda, que ejercieron como perfectos anfitriones obsequiando a sus invitados con todos los honores. Fiel a su estilo, la reina Máxima derrochó simpatía y elegancia con un vestido azul marino con un enorme lazo en el hombro derecho, que adornó con unos llamativos pendientes de zafiros, pulseras de cadena metálica de platino con brillantes y esmeraldas y de oro amarillo con arandelas de piedras preciosas. La Reina de Holanda coronó el look con un original sombrero pillbox a tono con el vestido. También la reina Matilde hizo valer sus atributos naturales, dulzura y sencillez, con un vestido de color frambuesa con cuello barco y sombrero a tono y, como joyas protagonistas, unos pendientes de perlas y brillantes. Por su parte, los caballeros conjuntaron las corbatas con los trajes de las damas reales.
Durante las escasas horas de visita fuimos testigos de la sintonía entre ambas parejas -además de vecinos son grandes amigos- y asistimos a un déjà vu cuando ambas Reinas subieron la escalinata hacia el interior del Palacio Real de Noordeinde en La Haya. La entrada recordaba a otra: la que protagonizaran allá por 2009 en la Zarzuela la Princesa de Asturias (de frambuesa como la reina Matilde) y la entonces Primera Dama de Francia, Carla Bruni (de azul como hoy la reina Máxima), con motivo de la primera visita de Estado a España de la pareja presidencial. Dos colores que han marcado desde el primer momento el comienzo de su reinado (aunque a la inversa), ya que la reina Máxima vistió de frambuesa en los retratos oficiales de su coronación y la reina Matilde, un vestido muy similar azul.
La visita, testimonio de la nueva era real, fue intensa. Pero relámpago porque Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda iniciaban hoy mismo un viaje oficial de dos días a Rusia por invitación del presidente Putin. La visita se encuadra dentro de los actos conmemorativos del Año de Holanda y Rusia, que celebra los 400 años de relaciones políticas, económicas y culturales entre ambas naciones. Los soberanos holandeses llegarán esta noche a Moscú acompañados del Ministro de Asuntos Exteriores, Frans Timmermans. Inmediatamente tras el recibimiento en el aeropuerto, los Reyes se trasladarán al Kremlin donde serán recibidos por el Presidente ruso, que les agasajará con una cena de gala.