La reina Beatriz de Holanda ha vuelto a hacer una aparición pública de carácter oficial desde el accidente que sufriera su hijo, el príncipe Friso el pasado 17 de febrero. La Soberana, que canceló su agenda durante dos semanas, inauguró el miércoles por la tarde el nuevo cuartel de la Unidad de Explosivos del Ministerio de Defensa en la localidad de Soesterberg.
La reina, con el rostro triste y afligido por el grave estado de salud de su hijo, quien permanece en coma en el hospital londinense de Wellington al que fue trasladado a principios de mes tras su paso por un centro médico austriaco, ha pasado estos días sin moverse de su lado y acompañando a la esposa de Friso, Mabel van Oranje, quien agradecía hace unos días los mensajes de cariño que ha con el siguiente mensaje publicado en Twitter: "Quiero expresar mi gratitud por el enorme número de mensajes y amables expresiones de simpatía que hemos recibido. Son de un gran apoyo y fuerza. Significa mucho saber que tanta gente está pensando en nosotros."
La tragedia que está viviendo la Familia Real no ha dejado de ser punto de atención durante el acto. El coronel Kathman, Jefe de la Unidad ha transmitido en su discurso la solidaridad de las Fuerzas Armadas a los Orange "por la preocupante situación del príncipe Friso".
La reina fue guiada por las instalaciones del complejo militar y tras ello, el propio coronel Kathman declaró a la prensa que pese a que la reina se había mostrado interesada por sus explicaciones había también dado muestras del difícil trance por el que atraviesa.
A finales de mes, la reina, si no sufre ninguna modificación su agenda, visitará a Luxemburgo, un viaje al que según la Casa Real seguirá el 30 de abril la celebración del "Día de la Reina", cuyos preparativos siguen adelante. Pero antes de todo ello, y demostrando que la procesión va por dentro, Beatriz de Holanda asistirá a un concierto aniversario de música para piano en el célebre Concertgebouw de Amsterdam.