Los Orange llevan los colores de su selección hasta en el apellido y las ganas de triunfo de su equipo nacional hasta los posados. Por eso la tradicional sesión fotográfica de los príncipes Guillermo y Máxima y sus hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane, que da arranque al verano ha estado este año marcada por el importante partido de semifinales que la selección holandesa de fútbol disputó el pasado martes contra Urugay. Ni vuvuzelas naranjas ni tres balones de las tres hijas de los Herederos, seguidoras acérrimas de Holanda, faltaron en este posado futbolero.
La sesión se realizó en los jardines de la residencia de los Príncipes, en la localidad de Wassenaar. Durante los primeros instantes del posado de los Herederos los fotógrafos, ávidos de tomar imágenes, se abalanzaron sobre un jardín de flores en la parte anterior de la casa. La princesa Máxima, sin perder la sonrisa, exclamó: "¡Cuidado con las flores!". Tras las fotos de grupo, los Príncipes dejaron que las niñas se entretuvieran en el jardín con unos balones. Tal era el entusiasmo de las niñas con el balón que la Princesa tuvo que reñirlas cuando lanzaron la pelota a los fotógrafos: "¡No tiréis tan fuerte, por favor!".
La Heredera holandesa comentó a los fotógrafos que esa misma mañana habían comunicado a sus hijas que era la sesión fotográfica y que las pequeñas se mostraron encantadas. "No hay muchas niñas que tengan que enfrentarse a una sesión fotográfica como esta, con tantos periodistas, pero ellan lo aceptan con naturalidad. Estoy muy orgulloso de ellas", afirmó el príncipe Guillermo.
Mientras sus padres charlaban distendidamente con los miembros de la prensa, la princesa Amalia se dirigió corriendo al interior de la residencia y a los pocos instantes volvió a aparecer con una vuvuzela de color naranja que hizo sonar delante de los fotógrafos. "Están entusiasmadas con el fútbol, como todos los niños holandeses", dijo la princesa Máxima. "Hemos visto todos los partidos de la selección juntos", según el Heredero. Sin embargo, las niñas no podrían ver el partido con sus padres ya que los Príncipes volaban esa misma noche a Ciudad del Cabo para presenciar la semifinal. "Sinceramente estamos nerviosos por el partido de mañana, pero esperamos tener que alargar nuestra estancia en Sudáfrica hasta el domingo, porque eso significará que Holanda jugará la final", afirmó el Príncipe. La jugará... ¡contra España!