Los Orange reservaron un hueco en sus respectivas agendas para asistir al bautizo de la pequeña Eliane van Vollenhoven, hija del príncipe Floris y la princesa Aimée. La ceremonia, de carácter privado por deseo expreso de los padres, se celebró ayer a las tres de la tarde en la capilla del Palacio Het Loo, en Apeldoorn, con la presencia de la práctica totalidad de la Familia Real holandesa y los padrinos de la niña, el príncipe Maurits de Orange Nassau, la princesa Carolina de Borbón y Parma, Hans Söhngen e Ike de Rooij-van Haaren, según la nota oficial enviada por el Servicio de Información del Estado.
La princesa Margarita y su marido, Pieter van Vollenhoven, abuelos de Eliane, estuvieron presentes con todos sus hijos y nietos. Así, además de los príncipes Floris y Aimée con sus dos hijas, asistieron el príncipe Pieter Christiaan junto a su mujer, Anita, y sus hijos, Emma y Benjamín, y el príncipe Maurits con su esposa, la princesa Marilene, y sus dos niños, Anna y Lucas. Tampoco faltó la reina Beatriz junto a su familia: el príncipe Guillermo y la princesa Máxima, con sus dos hija pequeñas, las princesas Alexia y Ariane; el príncipe Constantino, con sus tres hijos, Eloise, Claus Casimir y Leonor, y el príncipe Johan Friso y su esposa, Mabel Wise, con sus dos hijas, Luana y Zaira. La rama Borbón y Parma de la familia, fruto del enlace de la princesa Irene con Carlos Hugo de Borbón y Parma, acudió también en pleno a la ceremonia: la princesa Margarita con su marido, Tjalling ten Cate, y la hija de ambos, Julia; el príncipe Carlos, con su prometida Annemarie Gualthérie van Weezel, y el príncipe Jaime, acompañado por una amiga.
La ocasión cosechó bellas estampas familiares de la reina Beatriz ejerciendo feliz su papel de abuela con todos sus nietos y en especial con las dos hijas del príncipe Johan Friso, que no quisieron soltarse del brazo de su madre pese a sus vanos intentos para que vencieran la timidez. Nada que ver con sus primas las princesas Alexia y Ariane, que hicieron alarde de sus lecciones de protocolo. Ambas niñas hicieron las delicias de todos saludando y mostrando su cara más simpática a los medios de comunicación y a los curiosos que se arremolinaron a las puerta del palacio para observar a los invitados al bautizo. Aunque las escenas más tiernas las protagonizó Eliane.