Que la princesa Amalia estaba deseando ir a la escuela, se ha notado claramente hoy, día de su debut académico. Como en todos los magnos acontecimientos que se precian de serlo, tampoco han faltado emoción y nervios en el estreno de la vida escolar de la pequeña. Asistir al colegio se había convertido desde hace meses en el objetivo de la primogénita de los Príncipes de Orange, pues significaba dejar de ser de una vez por todas una pequeñaja. La Princesa se había estado preparando para este gran momento practicando la escritura de su nombre y de los números, así como entrenándose con los idiomas -con su madre habla habitualmente en español, con su padre y el resto de la familia en neerlandés, y en alguna ocasión se le ha escuchado decir alguna palabra en inglés-. Bien merecía un pequeño esfuerzo comenzar a ser mayor con mayúsculas .
La princesa Amalia llegó por la mañana a la escuela pública Bloemcampschool en Wassenaar -el centro escolar elegido por los Herederos para su formación- de la mano de su padre, el príncipe Guillermo, y arropada naturalemente por su madre, la [princesa Máxima]. Los tres fueron recibidos por la que va a ser señorita de la Princesa, Ans Sikiric-van Keulen, que les condujo hasta su clase, la 1B del Grupo 1, nivel básico (llamado onderbouw) dentro del sistema educativo holandés. La profesora declaró que la incorporación de la Princesa a su aula era "todo un honor". Antes de que la niña entrara dejó su abrigo en el perchero (con la ayuda de su padre) e introdujo su cartera con dibujos de Blancanieves en su casilla, en la que estaba escrito su nombre.
Primer día del cole, al cumplir los 4 años
Cuando Amalia entró al aula, decorada con motivos navideños, aún estaba vacía. Las sillas estaban colocadas en círculo. La señorita dijo que las clases de hoy consistirían en una presentación, unos minutos de televisión educativa, trabajos manuales, un cuarto de hora de juegos en el exterior del colegio, y, por fin, juegos en el aula. "Cuando desaparezcan las cámaras será un día como otro cualquiera", según la señorita. No se va a producir ningún cambio con la llegada de Amalia. Estaba nerviosa, aunque, según sus padres, estaba deseando que llegara este día desde hacía meses. Sus padres, que parecían aún más nerviosos que la niña, se despidieron de ella acariciándola y besándola y se quedaron en el patio del colegio observando cómo Amalia comenzaba su vida de escolar. Instantes después comenzaron los demás padres a entrar con sus hijos en el colegio.
La Princesa se ha incorporado a la escuela el primer día hábil después de cumplir los 4 años -celebró su cuarto cumpleaños el pasado viernes-, tal y como rige la legislación educativa holandesa. Pero apenas tendrá tiempo para aclimatarse en la escuela, ya que el 22 de diciembre comienzan las vacaciones de Navidad que se prolongarán hasta el 6 de enero. Vacaciones que este año, según ha comunicado la Casa Real, los Príncipes de Orange pasarán en Argentina para que la familia y amistades de la princesa Máxima puedan conocer a la princesa Arianne, nacida el pasado mes de abril.
Los Príncipes han apostado por una escuela pública en la que la Princesa pudiera comenzar a conocer la pluralidad de la sociedad holandesa. Si bien la mayoría de los niños que asisten a las clases en Bloemcamp provienen de familias con padres universitarios, también hay hijos de refugiados políticos, de inmigrantes o de personas con recursos limitados.