A falta de apenas una semana para su boda con Mabel Wisse, el príncipe Johan Friso ha roto su silencio. El segundo hijo de la reina Beatriz de Holanda, que se ha caracterizado siempre por su mutismo frente a los medios de comunicación, ha concedido, por primera vez en décadas, una entrevista para la televisión pública holandesa. Y lo ha hecho junto a la que se convertirá, el próximo sábado, en su esposa.
La boda fue uno de los temas centrales de esta charla. El [príncipe Friso] y su prometida han confesado que quieren el próximo 24 sea una auténtica fiesta. Aunque no siempre fue así. A causa de la polémica surgida por la relación de Mabel con el capo de la mafia Bruinsma, los novios consideraron muy seriamente casarse en secreto. En la intimidad y en el extranjero. No obstante, producto de la reflexión madura de lo que la boda significaba en realidad para ellos, decidieron celebrar finalmente su matrimonio en Holanda. "Es un acontecimiento importante, que quieres celebrar con tus amigos y familia. Claro que puedes casarte en Las Vegas, pero en ese caso creo que te estás perdiendo muchas cosas".
Importantes ausencias
El príncipe Friso y Mabel Wisse están muy ilusionados de poder celebrar su gran día rodeados amigos y familiares, aunque para Mabel habrá, sin duda, importantes ausencias: "Por supuesto que echaremos de menos a nuestros tres padres. Porque he perdido a mucha gente a lo largo de mi existencia, soy especialmente consciente de que la vida se acaba. Por eso quiero aprovechar cada minuto y dar algo a cambio para agradecer que estoy viva".
Y es que, como reconoció en la entrevista, ya desde muy joven, [Mabel Wisse] sentía una inclinación especial a ayudar a los más necesitados: "Quería ser misionera. Ahora trabajo para el Open Society Institute de Londres y tengo la sensación de que, en cierto modo, estoy contribuyendo a mejorar el mundo".