Tanto el Rey como la Reina se cambiaron de ropa respecto a la que habían llevado por la mañana, no así la heredera al trono. El monarca lucía esta vez el uniforme de gran etiqueta de capitán general del Ejército de Tierra, mientras que su esposa optaba por un elegante vestido negro de falda midi muy primaveral con los brazos descubiertos, escote en V y zapatos de tacón a juego. Con el pelo recogido y moño bajo, se trataba de un look muy acorde al buen tiempo climatológico y las agradables temperaturas que los acompañaron durante el día.