Los reyes Juan Carlos y Sofía presiden el último gran adiós a la Duquesa de Alba

La Basílica de San Francisco el Grande ha acogido el funeral en memoria de Cayetana de Alba en Madrid

Por hola.com

A las 20:00 de la tarde y en pleno centro de Madrid ha comenzado el segundo funeral en memoria de doña Cayetana Fitz-James Stuart y Silva. Amigos, familiares y allegados han acudido a la basílica de San Francisco el Grande  para dar un último y emotivo gran adiós a la XVIII Duquesa de Alba, que falleció en el pasado 20 de noviembre, a los 88 años de edad, en su residencia sevillana del Palacio de Dueñas.

 

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En torno a las 19:30 ha comenzado a llegar numerosas personas al templo. Sus hijos Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia, han llegado junto a Alfonso Diez, viudo de la Duquesa y del que esta misma mañana ha hablado el cuarto hijo de doña Cayetana: "Alfonso es una bellísima persona y siempre seguirá en contacto con la familia", ha dicho Fernando Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, en unas declaraciones en las que además ha advertido que en el funeral de hoy "estaría presente y sería bienvenido todo aquel que quisiera estar". Junto a ellos también ha llegado al templo uno de los nietos de doña Cayetana, Fernando, el hijo mayor del actual Duque de Alba y heredero al título, e Inka Martí, esposa del tercer hijo de la Duquesa, el conde de Siruela.

 

 

 

Todos los hijos y nietos esperaron en la puerta de la basílica la llegada de los Reyes eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía, que ocuparon un lugar destacado en el templo y desde allí se han encargado de presidir la ceremonia en un momento especialmente sentido para ellos, pues el pasado viernes también despidieron con mucho cariño y solemnidad a reina Fabiola de Bélgica.
 

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Muchos han sido los que han querido estar presentes en este adiós a doña Cayetana. Miembros de aristocracia como la duquesa de Calabria, esposa del infante don Carlos, que fue acompañada por sus hijos Pedro de Borbón, duque de Noto y Cristina de Borbón dos Sicilias (que también estuvieron presentes en el funeral de Sevilla e, igual que en esa ocasión, se sentaron en primera fila junto a la familia);  Fernando Falcó, marqués de Cubas; Javier Fitz-James Stuart Soto junto a su mujer María Chávarri; Carlos Falcó, marqués de Grinón acompañado por sus hijos Xandra y Duarte; Gonzalo de la Cierva, duque de Terrranova, con su mujer Patricia Olmedilla; Jaime de Marichalar, ex marido de la infanta Elena; y Simoneta Gomez Acebo.

Los nietos de la Duquesa también se han sumado a este sentido adiós a su abuela, Carlos, hijo de Carlos Fitz-James Stuart ha llegado junto a su madre, Matilde Solís; Jacobo Fitz James, que ha estado acompañado por su mujer, Asela Perez; Brianda Fitz James, que también ha ido junto a su pareja; los mellizos Luis y Amina, que ha entrado en la basílica junto a su padre, Cayetano Martínez de Irujo, y Cayetana Rivera, hija de la duquesa de Montoro, que llegó del brazo de su primo Luis, hijo del duque de Aliaga. 

 

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La presencia de la nueva pareja sentimental de Cayetano, Melani Costa, en el funeral viene a confirmar lo que ¡HOLA! publicó recientemente, que la relación entre la nadadora y el jinete continúa y que ella está siendo un gran apoyo para el conde de Salvatierra, que días después del fallecimiento de su madre sufrió problemas de salud. En esta ocasión, y a diferencia con el funeral en la ciudad hispalense, Genoveva Casanova, exmujer de Cayetano, y María Eugenia Fernández de Castro, primera esposa de Jacobo, no han estado presentes en el oficio de la basílica madrileña.

Desde todas las esferas de la vida pública han sido muchos los que han acompañado a la familia de doña Cayetana: Adolfo Suárez Illana, Isabel Preysler, Rosauro Varo, Raphael y Natalia Figueroa, Naty Abascal, Jaime Martínez Bordiu, Paloma Segrelles, Carolina Herrera, Roberto Torreta, Massiel o la alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

Este acto es el segundo funeral que se hace por la Duquesa, ya que el pasado 21 de noviembre, el día después de su fallecimiento, fue la primera misa en Sevilla, oficiada por el cardenal Carlos Amigo y el arzobispo José Asenjo y presidida por la infanta Elena en representacion del Rey. Ese día la ciudad hispalense se volcó con ella y le brindó un multitudinario adiós en el que la emoción y el "palmeo" sevillano se adueñaron de la catedral de Sevilla y de sus alrededores.

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Tras el primer funeral, al que asistieron más de 4.000 personas, una parte de sus cenizas fueron depositadas en la iglesia del Valle, sede de la Hermandad de los Gitanos, donde días después se celebró un oficio religioso al que acudieron todos sus hijos a excepeción de Cayetano Martínez de Irujo, que se estaba recuperando entonces de la operación quirúrgica a la que tuvo que ser sometido después de haber sido ingresado de urgencia en la clínica Santa Isabel de Sevilla cinco días después del fallecimiento de su madre.