Tras su baño de masas de ayer en Luxemburgo, don Felipe y doña Letizia han continuado hoy su viaje oficial en Bélgica, visitas ambas enmarcadas en la ronda por países europeos iniciada por Felipe VI tras su proclamación. Los Reyes llegaron ayer por la tarde a Bruselas procedentes del pequeño Gran Ducado, tras haber completado la agenda de su estancia oficial en el país luxemburgués, invitados por los grandes duques Enrique y María Teresa, pero comenzaban esta mañana su programa en el reino de los belgas.
Felipe y Matilde de Bélgica les han brindado en el Palacio Real de Bruselas una cálida acogida. Los Reyes de España, acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, han sido recibidos en Bruselas por sus anfitriones al pie del automóvil que les trasladó al lugar dispuesto ante la entrada del palacio para la bienvenida oficial, una ceremonia solemne que incluía la interpretación de los himnos de los dos países, la revista a las tropas y una amplia guardia de honor de la que formaban parte efectivos a caballo, honores propios de una visita de Estado.
La buena relación de las damas ha destacado durante el amistoso recibimiento. Una complicidad que se ha apreciado incluso en algunas coincidencias de estilo. Ambas han apostado por un look lady en verde mar y azul mar con guantes de piel y bolso tipo cartera como complementos. Mientras la anfitriona ha lucido para la ocasión un abrigo-vestido, que ha completado con un tocado de pluma a modo de diadema, su invitada de honor se ha decantado por un nuevo Varela de chaqueta en bouclette de lana blanca y falda capa en seda azul, a tono con unos zapatos salón de ante.
Tampoco ha faltado el nuevo must de la Reina con el que ha coronado su atuendo de hoy. A modo de tocado, doña Letizia ha vuelto a llevar uno de los recogidos bajos con adorno de trenza que se han convertido en el peinado favorito de la soberana en sus ocasiones más especiales y que comparte también con la reina de las it, Olivia Palermo.
Don Felipe intercambió unas primeras palabras con el Rey belga, mientras doña Letizia conversaba distendidamente con la reina Matilde en distintos momentos de esta ceremonia, tras la cual los cuatro accedieron al interior del palacio y posaron juntos para los medios gráficos en el Salón Imperio, donde los Reyes de España fueron invitados además a firmar en el libro de honor. A continuación, los dos matrimonios celebraron un primer encuentro en el Salón Goya del palacio, desde el que el monarca español y su esposa se han desplazado hacia el Palacio d'Egmont para mantener una reunión con el primer ministro belga, Charles Michel, a la que también asistió el titular de Asuntos Exteriores, Didier Reynders.
Desde allí, han acudido al Parlamento Federal, donde han sido recibidos por los presidentes de las dos Cámaras y han visitado ambos hemiciclos, antes de regresar al Palacio Real para compartir con sus anfitriones un almuerzo al que han asistido Michel, Reynders y los máximos representantes de la Cámara de Representantes y el Senado, y que ha puesto el broche final. El rey Felipe se ha sentado a la derecha de la reina Matilde y la reina Letizia, a la derecha del rey Felipe de los belgas, en una mesa redonda de diez comensales para degustar algunas de las especialidades belgas.
Este viaje a Bélgica se produce ocho meses después de que los reyes Felipe y Matilde cancelaran un viaje a España que tenían previsto, debido al duelo por la muerte de Adolfo Suárez. Desde la proclamación de Felipe VI, el pasado 19 de junio, los nuevos Reyes han visitado oficialmente el Vaticano, Portugal, Marruecos, Francia, Holanda y Luxemburgo, y han viajado a Nueva York con motivo de la Asamblea General de la ONU, ante la que el monarca intervino el 24 de septiembre.
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