Son las imágenes más esperadas del día. El reencuentro de Felipe VI y de Guillermo Alejandro de Holanda, dos reyes que inician su andadura como soberanos; el reencuentro de doña Letizia y Máxima de Holanda, dos reinas de la elegancia, y el reencuentro de dos Familias Reales unidas por la amistad. Los Reyes han comenzado este mediodía en La Haya su primera visita oficial a una monarquía europea, invitados por sus homólogos holandeses, con quienes comparten generación y mantienen una estrecha relación, reforzada a raíz de los procesos de relevo en la Corona vividos en ambos reinos.
En un automóvil conducido por don Felipe, los príncipes de Asturias acompañaron a los reyes de Holanda directamente desde el aeródromo al encuentro de los reyes Juan Carlos y Sofía en el Palacio de la Zarzuela, donde los tres matrimonios compartieron un almuerzo al que asistió también la infanta Elena. Con una agenda muy similar a la prevista en La Haya para los Reyes de España, aquel día el soberano holandés y su esposa, tras el almuerzo en la Zarzuela, visitaron el Congreso de los Diputados y acudieron al Palacio de la Moncloa para entrevistarse con el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Hoy, cuando apenas han transcurrido cuatro meses de la proclamación de Felipe VI, los Reyes hacen lo propio: de igual a igual.
La apretada agenda de los Reyes durante su estancia en Holanda se ha concentrado en una sola jornada, como es habitual en este tipo de visitas de cortesía, pero en apenas cuatro horas van a cumplir con seis actos. Han comenzado su visita en el lugar de trabajo de los reyes Guillermo-Alejandro y Máxima, el Palacio Noordeinde, donde los anfitriones han dado una cálida bienvenida a sus invitados con los que a continuación han mantenido una reunión antes de ofrecer un almuerzo en su honor. Los reyes Felipe y Letizia han llegado con un cuarto de hora de retraso y al recibirlos el rey Guillermo Alejandro ha exclamado riéndose: ¡Aquí hace siempre buen tiempo!, refiriéndose al sol que hoy luce en Holanda, pese a ser otoño, siempre muy lluvioso en los Países Bajos. "Es un placer veros de nuevo", ha continuado el soberano holandés, antes de dar un gran abrazo al rey Felipe VI. Las reinas Letizia y Máxima saludaron sonrientes al público que se encontraba a las puertas del Palacio y que incluso llegaron a aclamarlas en perfecto castellano. Ambas se mostraron especialmente cómplices durante toda la recepción.
El comienzo del reinado se acumula de primeras veces que colman de expectación a los medios de comunicación y por supuesto no ha sido la excepción este careo de dos reinas de la elegancia. Doña Letizia ha dado la mejor imagen de nuestro país con un vestido rojo español en doble crepé con cuello camisero, pequeño escote de pico y botonadura central, adornado con bordados florales en la manga derecha y en el lateral izquierdo de la falda de Felipe Varela. La Reina ha vuelto a proclamarse abanderada de una elegancia sutil optando por pocos accesorios de la gama del look: cartera en charol rosech, fino cinturón en ante en tono cereza al igual que el salón en ante laminado y como única joya, que dejaba entrever su larga lisa melena, unos pendientes de brillantes y rubíes, con los que señaló las vísperas de su décimo aniversario de boda.
Máxima de Holanda, máxima también en el vestir, fue fiel a su consigna de elegancia -derroche regio- y volvió a imprimir carácter con un atuendo solemne, un vestido en tono marrón tornasolado que realzaba con péplum. La Reina holandesa, majestuosa como siempre, adornó el conjunto rica y profusamente con complementos a tono. Lo lució todo. La reina de las pamelas volvió a ponerse el sombrero, en esta ocasión, una creación con ala subida y ladeada; volvió a pisar con garbo con un zapato bicolor; volvió a desplegar su inconfundible estilo lady con cartera y guantes de piel, y volvió exhibir máximo esplendor con un llamativo collar, una vanguardista pieza con colgantes triangulares al más puro estilo punk, tan de moda en la actualidad.
La segunda parte del programa oficial de los Reyes de España, que se han desplazado a la Haya acompañados por el Ministro de Energía, Comercio y Turismo, José Manuel Soria, se ha dedicado al poder legislativo y, así, visitaron la sede del Senado, en la que mantuvieron un encuentro con las Presidentas de esta institución y de la Cámara de Representantes de los Estados Generales, Ankie Broekers-Knol y Anouchka van Miltenburg, respectivamente, junto a un grupo de parlamentarios.
El contacto con el poder ejecutivo mediante una reunión con el primer ministro, Mark Rutte, en la que han tenido ocasión de examinar la marcha de las relaciones bilaterales y diversas cuestiones comunitarias, puso el broche al viaje, el sexto de los reyes Felipe y Letizia al extranjero desde la proclamación, tras los que realizaron al Vaticano, Portugal, Marruecos, Francia y a la ciudad de Nueva York, con ocasión de la Asamblea General de la ONU. Están por venir en los próximos meses viajes oficiales a Italia, Luxemburgo, Alemania y Bélgica. Escenarios donde los Reyes de España continuarán su andadura como soberanos.