La reina Sofía atesora otras joyas de pasar después de haber entregado las de la dinastía a custodia de la nueva Reina: las personales, que pasan de madre a hija en vez de soberana a soberana. Con el relevo al trono, doña Sofía cedió a la hoy reina Letizia el joyero de las Reinas de España, pero sigue conservando el suyo propio. Un selecto cofre con piezas de su gusto y de gran valor sentimental que adornan sus citas de gala y también las de su hija mayor, porque igual que antes le prestaba las tiaras ahora le deja sus joyas más queridas.
La infanta Elena lució uno de esos estimados adornos en la fiesta que sus tíos Constantino y Ana María de Grecia celebraron en Atenas con motivo de sus bodas de oro. La ocasión no merecía menos. La Infanta, que se proclamó indiscutible reina de elegancia de la velada, coronó su vestido blanco con un mantón de manila en tonos azules y un espectacular collar tipo fular de la Reina, de topacios azules e iolitas, diseñado por la bloguera de HOLA.com Elena Carrera para la firma J.E&C.Carrera. Un encargo de un matrimonio muy amigo de la Reina que hace ocho o nueve años, cuando aún era soberana, quiso hacerle un regalo muy especial y con mucho cariño, aunque no demasiado caro. Es la historia de una de esas otras joyas de pasar de la reina Sofía.