La infanta Elena no ha querido faltar en el funeral que se ha celebrado en recuerdo del que fuera su entrenador de hípica, Manuel Malta da Costa. La ceremonia se celebró en la parroquia madrileña de San Agustín y a esta acudió la Infanta acompañada por el que fuera su secretario personal, Carlos García Revenga. Doña Elena llegó al servicio religioso vestida de luto riguroso, con un sobrio traje pantalón y ocultando su rostro con unas gafas oscuras.
Manuel Malta Da Costa, considerado como uno de los mejores jinetes de la historia de Portugal, falleció a los 68 años a finales del mes de agosto, tras una repentina enfermedad. El deportista fue muy admirado en los círculos especializados por su inconfundible estilo y su elegancia a caballo. Especializado en salto de obstáculos, se coronó como campeón de Portugal con sólo 19 años y formó parte de la delegación portuguesa en los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988. En su palmarés figura además el Gran Premio de Gijón, que ganó en cuatro ocasiones en los años 1964, 1972, 1977 y 1978.
Durante su carrera, el luso compaginó la competición con la formación de otros deportistas, llegando a ser entrenador de la Infanta Elena durante 20 años. Precisamente la Duquesa de Lugo, con la que trabó amistad, fue a visitarle a título privado mientras estaba ingresado en Lisboa, poco antes de su fallecimiento.
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