Día histórico en Nueva York. Este miércoles, en su tercera y última jornada de visita a la ciudad estadounidense junto a la reina Letizia, el Rey de España ha vuelto a a la sede de las Naciones Unidas para intervenir ante la Asamblea General, donde ayer participó en la Cumbre sobre el Cambio Climático.
Felipe VI ha pedido apoyo para el ingreso en el Consejo de Seguridad de la ONU de "una España renovada", comprometida con los valores de Naciones Unidas, capaz de superar las dificultades, que rechaza el fanatismo y la intolerancia y "demanda integridad y ejemplaridad". El monarca ha reivindicado "con orgullo y emoción" el sistema forjado durante la transición a la democracia, "que ampara a todos los ciudadanos y a los distintos territorios de España en su diversidad política, geográfica, cultural y lingüística".
El Rey ha sido uno de los primeros oradores de la Asamblea General con un discurso pronunciado poco después de que tomase la palabra el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con quien el martes se entrevistó por primera vez en el hotel donde se aloja la delegación estadounidense y a quien volvió a ver por la tarde, acompañado por doña Letizia, en la recepción que ofreció el mandatario estadounidense. Hoy, ambos han vuelto a coincidir en el almuerzo del plenario de alto nivel de la Asamblea General.
Antes de la intervención de Felipe VI, se pudo a ver a doña Letizia sentada compartiendo confidencias junto a Máxima de Holanda. Las dos damas reales estuvieron conversando durante varios minutos y a ella se unió en determinado momento otra mujer que despertó la curiosidad de la Reina española y de la Reina de los Países Bajos. La primera lució un conjunto en blanco y negro firmado por Felipe Varela -chaqueta en doble crepe de lana blanco roto, bordada en delantero y espalda con líneas discontinuas en azabache, falda negra en seda cady stretch y sobre en piel negra guateada espiga- mientras que la esposa de Guillermo de Holanda eligió un vestido en tonos anaranjados.
En otro momento, las dos Reinas europeas fueron vistas sentadas junto a la Primera Dama estadounidense, Michelle Obama, con quien ayer los Reyes de España mantuvieron un encuentro en el mítico hotel Waldorf Astoria durante la recepción ofrecida por Barack Obama y su esposa a los asistentes a la Asamblea General de las Naciones Unidas. En esta ocasión, doña Letizia confió también en su diseñador de cabecera y lució un vestido en seda cady azul ultramar, bordado en cinco tonos de cristal Swarovski, que acompañó con un bolso tipo baguette de raso azul noche. La Primera Dama, por su parte, se decantó por un vestido negro con lazo de brillantes en el escote.
Además de entrevistarse este martes con Obama, Felipe VI ha mantenido durante los dos últimos días encuentros bilaterales con el rey Abdalá de Jordania y los presidentes de Corea del Sur y Túnez. La agenda de la visita a Nueva York de los Reyes de España incluía además un encuentro del monarca con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y un almuerzo oficial del plenario de alto nivel de la Asamblea General de la ONU al que el rey Felipe asistió como invitado en la mesa principal, junto Ban Ki-moon, y muy cerca del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Ban Ki-moon estaba acompañado a su izquierda por Obama y a su derecha por Felipe VI, con quien mantuvo antes del almuerzo un encuentro en el que le pidió que España apoye los esfuerzos que despliega la ONU para luchar contra la epidemia de ébola en África. Según un comunicado difundido por la oficina del portavoz de las Naciones Unidas, Ban y don Felipe hablaron también sobre la situación en Irak y sobre el conflicto en el Sahara Occidental, punto en el que el Secretario general de la ONU agradeció a España su apoyo a las negociaciones.
La reina Letizia acompañó a don Felipe en el saludo a Ban Ki-moon, a quien obsequiaron con una fotografía enmarcada y dedicada de su retrato oficial como Reyes de España y con una segunda imagen tomada el día de la proclamación del monarca, el pasado 19 de junio, cuando saludaban juntos a los madrileños desde el balcón principal del Palacio Real de Madrid. El secretario general de la ONU felicitó entonces al nuevo Rey y le mostró su interés por conservar una fotografía de aquel día histórico.
Su visita a Nueva York ha concluido con una recepción ofrecida por don Felipe y doña Letizia a las delegaciones que han acudido a la Asamblea de la ONU y a los funcionarios españoles que trabajan en esta organización. Una treintena de jefes de Estado o de Gobierno y ministros de otros países asistieron a la cita, que dio pie a numerosos contactos con autoridades de los cinco continentes, que entablaron conversaciones distendidas, propiciadas por la ausencia de rigideces protocolarias, en un salón circular del hotel en el que se hospedaban en Nueva York y en el que abundaron las autofotos con teléfonos móviles.
Don Felipe y doña Letizia dieron la bienvenida uno a uno a los más de doscientos invitados antes de incorporarse al cóctel. No pasó inadvertido el momento en que el rey acompañó al ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, a la antesala de entrada a la recepción para mantener una conversación a solas, a la que invitó a sumarse al jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo.
Nueva Zelanda estaba representada en la recepción por su titular de Exteriores, uno de los ministros que han acudido a la invitación de los reyes de España, al igual que los jefes de la diplomacia de Perú, Paraguay, El Salvador, Nicaragua, Jordania, Kazajistán, Uzbekistán, Bosnia, Liechtenstein, Sierra Leona y Lesoto. Los Presidentes de Austria, Bulgaria, Chipre, Serbia y Macedonia figuraban entre los asistentes, junto a los de Costa Rica, Dominica, Mauritania, República Centroafricana, Congo, Costa de Marfil, Gambia, Madagascar y Sri Lanka.
También los primeros ministros de Rumanía, Luxemburgo, Georgia, Haití y San Cristóbal y Nieves compartían oportunidades de dirigirse a los Reyes con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, con quien los Reyes se habían reunido a finales de junio en la Santa Sede, cundo el papa Francisco les recibió en audiencia. Tras permanecer unas dos horas con sus invitados, los reyes Felipe y Letizia se dirigieron al aeropuerto para regresar a España.