Este es el primer verano de Leonor como Heredera al Trono y Princesa de Asturias, después de que su padre fuera proclamado Rey de España el pasado 19 de junio. Junto a sus padres y su hermana, la infanta Sofía, la pequeña cumplió ayer a última hora de la tarde con el tradicional posado estival en los jardines del Palacio de Marivent, una sesión muy esperada y en la que la primogénita conquistó con su simpatía y soltura.
Con un bonito vestido azul agua marina de dos capas adornado con motivos beige en el cuello, la princesa Leonor fue la segunda en bajar las escaleras del palacio con su gran sonrisa, siguiendo los pasos de su padre, Felipe VI. Después de ellos bajaron la reina Letizia y la infanta Sofía, que vestía un modelo igual al de su hermana pero en color rosa. Ambas lucían unas sandalias parecidas en tonos dorados y llevaban la melena, rubia y brillante, suelta.
A su llegada, la Princesa de Asturias se unió al resto de la familia para el posado. Fue en este momento cuando pudimos ver tiernos gestos entre padre e hija, ya que Felipe VI compartió algunas impresiones con su primogénita, que siempre le observa atenta y sigue sus pasos. La sesión se desarrolló de forma relajada y tranquila, con las pequeñas como protagonistas y poniendo la nota de alegría con sus risueños gestos y con la emoción de las vacaciones familiares reflejándose en sus ojos.
Después de las fotos la Princesa estrechó la mano de los periodistas y, del mismo modo que durante los días de la proclamación, se pudo ver como Leonor se va adaptando a su nuevo papel y se convierte, poco a poco, en una profesional llamada a continuar el trabajo de su padre en un futuro.
Después de atender a los medios fotográficos allí congregados y de que el rey Felipe VI agradeciera a la isla permitirles pasar “unos días tan agradables" en una isla que "es un trozo de cielo en la Tierra", la familia se disponía a retirarse y volver al interior de Marivent. Sin embargo, la Princesa de Asturias, ya en el interior del palacio, no quiso cerrar la puerta sin saludar por última vez a la prensa y como la niña de ocho años que es, espontánea y alegre, tuvo un último gesto con los medios y quiso encargase ella de cerrar la pesada puerta de madera del palacio, mientras sus padres la miraban con una gran sonrisa.
Los Reyes han querido que esta fuera su primera aparición pública en la capital mallorquina como soberanos, para dejar claro que mantendrán el apoyo de la Corona a las instituciones, la economía y el pueblo de Baleares. Los nuevos Reyes han recuperado así la tradición de las sesiones fotográficas de la Familia Real en Marivent, interrumpida a partir de 2007.