El rey Felipe VI viste el uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra
Don Felipe, convertido en jefe de Estado desde las 00.00 horas del 19 de junio, momento en que entró en vigor la ley de abdicación que sancionó su padre, Juan Carlos I, hizo su entrada en el Congreso de los Diputados para asistir a su proclamación como nuevo Rey. Es un día histórico y, como tal, Felipe VI luce el uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra: guerrera azul con tirilla y puños blancos; pantalón azul; zapatos y calcetines negros; guantes blancos, gorra de plato azul; faja de Capitán General y condecoraciones.
En consonancia con la austeridad que se quiere dar a este acto, el nuevo Rey no estrena traje, ha adaptado su actual uniforme de Teniente Coronel al de Capitán General de los Ejércitos, añadiéndole las divisas y distinciones de mando supremo de las Fuerzas Armadas. Se han sustituido las divisas de los hombros -que entonces eran de Teniente Coronel, el grado que entonces ostentaba don Felipe- por unas nuevas con los galones que identifican al mando supremo de las Fuerzas Armadas. En el cuello luce los distintivos como Capitán General bordados con dos bastones invertidos cruzados con cinco estrellas en cuatro puntas en forma de cruz y encima, la Corona Real, divisas que luce también en los puños.
El Toisón de Oro, distinción que concedió don Juan Carlos a su hijo, como señala el Real Decreto de 3 de mayo de 1981: "Siguiendo la tradición de la Monarquía española y para dar testimonio de Mi cariño a Mi amado hijo Felipe, Príncipe de Asturias y Heredero de la Corona, oído el Consejo de Ministros, vengo a nombrarle Caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro". El Toisón o Vellocino, en oro esmaltado y lisado por el centro. Eslabón y pedernal formaban parte de las armas del Fundador de la Orden, con el lema "Ante ferit quam flamma micet" (Hiere antes de que se vea la llama).
La Gran Cruz del Collar de la Orden de Carlos III (Banda y placa), que consiste en una banda de seda de color azul celeste, con dos franjas blancas paralelas a cuatro milímetros del borde de la cinta, que se ha puesto tras la imposición del fajín de Capitán General. La banda se une en sus extremos mediante un rosetón picado de la misma tela, del cual pendía la venera de la Real Orden. Con la banda se lleva una placa de plata abrillantada, de cuatro brazos iguales con ocho puntas rematadas por sendas semiesferas lisas y simétricas dos a dos. En cada entrebrazo figura una flor de lis abrillantada, de oro. Como exergo, un óvalo cuyo centro lleva la imagen de la Purísima Concepción en sus esmaltes y, a sus pies, la cifra de Carlos III, orlada de laurel, con el lema Virtuti et Mérito. Cierra el óvalo una franja de esmalte azul orlada de plata abrillantada.
El Fajín Rojo de Capitán General, que le ha impuesto don Juan Carlos en el Palacio de la Zarzuela momentos antes de partir al Congreso de los Diputados. Se trata de una faja de seda en color rojo anudada con un lazo en el lado izquierdo rematado con do grandes borlas doradas. Encima de las borlas lucen los cinco entorchados dorados -bordado de hojas encadenadas característico de los capitanes generales- tantos como estrellas de cuatro puntas.
Las Grandes Cruces del Mérito Militar, Naval y Aeronáutico con distintivo blanco, que el entonces Príncipe de Asturias recibió de Su Majestad el Rey al finalizar sus años de formación en la academia General Militar de Zaragoza (julio 1986), en la Escuela Naval Militar en Marín (julio de 1987), y en la Academia General del Aire de San Javier, (julio de 1988).