Los Reyes y la infanta Elena han sido los primeros en visitar la capilla ardiente de Adolfo Suárez, que ha quedado instalada a primera hora en el Congreso de los Diputados. Don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados por la infanta Elena, han llegado, en torno a las diez y media de la mañana, para rendir su homenaje al primer presidente de la Democracia. Las altas personalidades políticas del país mostraron sus respetos ante el féretro de Adolfo Suárez antes de que entraran los Reyes y la Infanta.
Don Juan Carlos mostraba en su rostro el dolor por la pérdida de su amigo, de hecho pidió unos minutos de recogimiento en privado junto a los restos del expresidente, y cuando abandonó el Congreso dijo: 'Es una gran pena'. El Rey dio el pésame a Adolfo Suárez Illana con un sentido abrazo, signo de lo unido y el cariño que le profesa a la familia. Tras dar el pésame, el Rey colocó sobre un almohadón situado a los pies del féretro del expresidente el Collar de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, y entregó a la familia las Insignias de dicha condecoración.
Los hijos y nietos de Adolfo Suárez recibieron el pésame de otros representantes del mundo de la política y la sociedad española que se acercaron a la Cámara Baja para confortar a la familia y dar su último adiós a Adolfo Suárez.
Cientos de personas hicieron cola desde la madrugada a las puertas del Congreso, donde, en torno a las 12.30 horas, quedarán abiertas las puertas para que los ciudadanos despidan al que fue el primer presidente de la Democracia española.
Los Príncipes de Asturias visitarán la capilla ardiente por la tarde, dado que por la mañana, a las 12.00 horas, presidirán en Bilbao el funeral del exalcalde de la ciudad, Iñaki Azkuna.
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