La infanta Cristina ha llegado esta mañana a los juzgados de Palma de Mallorca para declarar por el caso Nóos tras presentar el titular del Juzgado número 3 de Palma su imputación el pasado 7 de enero. Doña Cristina fue citada con el objetivo de aclarar en su declaración si participó en delitos de fraude fiscal como copropietaria, junto con su marido Iñaki Urdangarin, de la sociedad Aizoon.
Tal y como estaba previsto, doña Cristina ha llegado al juzgado de Palma a las 09:45 de la mañana para declarar a las 10:00, hora a la que estaba citada por el juez Castro, instructor del caso. La infanta ha llegado en un coche oscuro y, tal y como recomendó la Policía, ha descendido en él la rampa de acceso al juzgado por motivos de seguridad, hasta llegar la puerta trasera del edificio que se utiliza para acceder al juzgado los días festivos. La duquesa de Palma ha recorrido a pie los últimos metros hasta la entrada acompañada por su abogado Miquel Roca. Ha dado diez pasos con gesto tranquilo y saludando a los periodistas con una sonrisa. Doña Cristina ha dirigido a los presentes un "Buenos días" y, al ser preguntada cómo estaba, su respuesta ha sido: "Bien, bien".
En la puerta ha saludado a otro de sus abogados, Jesús María Silva, que esperaba allí. El abogado ha confirmado la serenidad con la que viven estos momento: "Está todo en orden, todo preparado". Silva no ha desvelado si va a responder la infanta a todas las preguntas y se ha limitado a afirmar: "Eso ya lo veremos".
Declaración
La infanta Cristina se ha desvinculado ante el juez José Castro de la gestión de la empresa Aizoon, que compartía con su marido, Iñaki Urdangarin, y de las contrataciones de personal doméstico que hizo esta sociedad, según han informado a Efe fuentes jurídicas. Doña Cristina, que declara como imputada desde las 9.58 horas ante el juez instructor del caso Nóos, está respondiendo a todas las preguntas del magistrado con una actitud tranquila.
La Infanta ha respondido que "confiaba mucho en su marido" tras preguntarle el juez "por qué montaron Aizoon conjuntamente". Ha señalado que no tomaba parte en la administración de la empresa familiar y que desconocía que el personal doméstico que trabajaba en su casa cobraba a través de Aizoon.
Tras casi tres horas de declaración, el juez ha ordenado un receso de unos diez minutos a las 12:39 horas. Durante el receso, Manuel Delgado, uno de los abogados de la acusación popular del Foro Cívico de Julio Anguita, ha asegurado que la Infanta está respondiendo con evasivas y que en muchos temas la respuesta habitual es "no sabe, no contesta".
Nada más reanudarse la declaración, la infanta Cristina ha reconocido al juez que supo que el Rey advirtió a su marido en 2006 de que dejara sus actividades en el Instituto Nóos, a través del conde de Fontao, José Manuel Romero.
Después de casi cinco horas siendo interrogada por el juez Castro, la declaración se ha interrumpido para almorzar. Durante este tiempo de pausa, en el que doña Cristina ha permanecido en el edificio, su abogado, Jesús María Silva, ha expresado su confianza en que el juez del caso Nóos "acabe sobreseyendo las actuaciones" contra la Infanta por presuntos delitos fiscales y de blanqueo de capitales. "Estamos muy contentos de la evolución del interrogatorio". A las 16:30 se ha reanudado la declaración con el turno de preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach.
Tras el interrogatorio, doña Cristina ha salido del Juzgado a las 18:11 horas con semblante tranquilo y se ha despedido de los periodistas con un "hasta luego".
Reacciones
Sus abogados, Miquel Roca y Jesús María Silva, se han mostrado "muy contentos" con la declaración de la infanta. "No se podía declarar mejor", ha señalado Roca. "Ha sido una declaración muy sincera, muy leal. Una declaracion ejemplar", ha añadido. También ha manifestado, que la hija del Rey ha contestado a todas las preguntas de manera "contundente". "La infanta ha declarado, ha colaborado con la justicia, sin ningún tipo de privlegios ni aforamientos. Ha declarado cinco horas ante su señoría y una hora ante el fiscal. Ha contestado desde su propia verdad. Todos somos iguales ante la ley y la Infanta lo ha demostrado", ha explicado. Según su abogado, "la sonrisa de la Infanta" es prueba de lo contenta que ha quedado con su declaración.
Por su parte, Silva ha subrayado: "La Infanta no ha contestado con evasivas. Su alteza ha sido firme, taxativa y ha contestado sí, no o que no se acordaba, pero ha contestado al 90 por ciento de las preguntas".
El juez Castro ha evitado hacer declaraciones a los periodistas y únicamente ha señalado que "cuando llegue el momento del trámite que corresponda, se harán las valoraciones que correspondan".
La Casa del Rey prefiere no pronunciarse sobre la declaración. Un portavoz de la institución consultado por la agencia Efe ha reafirmado que no comentan ni comentarán nada sobre la comparecencia judicial de la Infanta.
Doña Cristina no ha pasado la noche en el Palacio de Marivent, residencia oficial de la Familia Real en Mallorca, la víspera de su declaración, sino que ha llegado esta misma mañana a la isla. La infanta ha salido a las 7:15 horas de esta mañana en coche del hotel de Barcelona en el que ha pasado la noche en dirección al aeropuerto para viajar a Palma de Mallorca.
Un gran número de periodistas esperaba a doña Cristina a su llegada al juzgado, repartidos entre un espacio habilitado para prensa en el aparcamiento, junto a la puerta de entrada y cerca de la rampa de acceso. Los medios de comunicación preparaban desde ayer el momento en el que la Infanta llegara al edificio, estableciendo y probando allí sus equipos. También las fuerzas de seguridad y los responsables del juzgado han preparado con antelación los detalles del día de la declaración con el objetivo de garantizar la seguridad de la infanta.
La Infanta ha pasado el resto de la semana en Barcelona junto a Iñaki Urdangarin, preparando con sus abogados la defensa para su declaración en el día de hoy.
Desde finales de verano, la Infanta ha residido en Ginebra, Suiza, junto a su marido y sus cuatro hijos, Juan Valentín, Pablo Nicolás, Miguel e Irene Urdangarin. En las últimas semanas, la hija del Rey ha sido vista en varias ocasiones acudiendo a trabajar con normalidad a su despacho en la sede central de la Fundación de la Obra Social de La Caixa en Barcelona, aunque a lo largo de estos meses, doña Cristina ha estado trabajando desde Ginebra, recibiendo frecuentes visitas de miembros de la Familia Real.