La Reina y la Princesa de Asturias, de compras en el rastrillo de Nuevo Futuro
Todos con el rastrillo: anónimos, famosos y... miembros de la Familia Real. El mercadillo solidario, que organiza anualmente la asociación Nuevo Futuro, ha recibido hoy una visita muy especial, tras la infinidad de caras conocidas y desconocidas que se han dado cita (y aún se darán hasta el próximo domingo) en esta nueva edición para darse un paseo por su más de 80 puestos, realizar algunas compras, picar algo en sus restaurantes y aportar su particular granito de arena a una buena causa como es ayudar a la infancia. El Rastrillo ha abierto esta mañana sus puertas a la Reina y la Princesa de Asturias, incondicionales de las buenas causas, que han vuelto a apoyar la tradicional iniciativa navideña con fines benéficos.
La Reina y la Princesa de Asturias han regresado este mediodía al Pabellón La Pipa de la Casa de Campo, donde han sido recibidas por la presidenta de la Asociación Nuevo Futuro, Josefina Sánchez, y por los responsables de la organización. Suegra y nuera han emprendido un paseo distendido por los diferentes puestos del rastrillo solidario, que fue inaugurado el pasado lunes por su presidenta de Honor, la infanta doña Pilar de Borbón, y por su exnuera Laura Ponte, con quien mantiene intacta su buena relación pese a la separación de la modelo y su hijo Beltrán Gómez-Acebo.
La complicidad entre las dos damas de la Familia Real española, su simpatía y, sobre todo, su solidaridad han marcado la visita de este año. Tras hacerse unas fotografías a la entrada del recinto, ambas se han adentrado en los numerosos puestos donde se ofrecen antigüedades, libros, ropa de todo tipo, bisutería, lámparas, cuadros y también productos de alimentación. Durante su recorrido de hora y media, se han interesado por la labor de voluntarios y organizaciones colaboradoras con El Rastrillo y no han parado de saludar a los muchos visitantes que, en cuanto las reconocían, trataban por todos los medios de fotografiarse con ellas. Rodeadas de admiradores por todas partes, y siempre con cámaras y teléfonos móviles en alto, las dos han accedido a cada paso y a cada parada a retratarse con todo el que se lo pedía, mientras que los escoltas del servicio de seguridad de la Casa del Rey se afanaban en poner orden.
Ni la reina Sofía, que ha vestido para la ocasión chaqueta de cuadros y pantalón en verde hoja, ni doña Letizia, que se ha decantado también por un traje pantalón -en su caso, liso y de color azul marino, han querido perderse la oportunidad de colaborar y han adquirido varios artículos de regalo para estas navidades al igual que hicieran años anteriores. Entre sus compras, la Princesa de Asturias ha comprado dos faldas de tul para sus hijas, así como varios libros, uno titulado Hijos de la crisis, en el que el escritor Plácido Díez novela la historia de lucha y coraje de dos ejecutivos en paro que tienen que reorganizar su vida y su futuro de manera modesta. Por su parte, la Reina se ha llevado la biografía Margarita de Parma, el último libro de la escritora María Teresa Álvarez, viuda del que fue jefe de la Casa del Rey, Sabino Fernández Campo, con quien ha podido conversar durante el recorrido. Artesanía popular peruana, un bolso, más libros y una bola de cristal con nieve, han sido otras de sus adquisiciones.
También han recibido muchos regalos, como "la mejor tarta de chocolate del mundo", con porciones a 4,5 euros o una pulsera hecha a mano por una señora de la Asociación de Jubilados de Casas Ibáñez (Albacete), muy contenta porque doña Letizia le hubiera aceptado el detalle. No obstante, todos los obsequios que reciben son después abonados por los servicios de la Casa del Rey para mantener el fin benéfico de la visita.