Ha llegado el otoño y con él el cambio de armario. Si este verano la princesa Letizia nos dejó claro que los pantalones en tonos claros y pastel eran sus favoritos para el calor, ahora que comienza a llegar el frío su vestuario se viste también con las prendas más de moda de la nueva temporada. Doña Letizia abrió su agenda oficial esta semana con varias audiencias en las que sorprendió con un look lady muy sofisticado: una falda negra lápiz, con largo hasta la rodilla, cinturón y zapatos charol de tacón alto del mismo tono con una blusa sin cuello de estampado animal print. Siempre correcta, su gusto a la hora de vestir la han convertido en una de las princesas europeas más elegantes.
Su labor de ese día se desarrolló en el salón Magnolias, en el que recibió a una representación del centro de educación infantil y primaria Bilingüe Príncipe de Asturias de Móstoles, que celebraba el 25 aniversario de su fundación. Marcelino Menayo, director del centro, acudió con los miembros del equipo directivo y algunos profesores, además de madres y alumnos con los que la Princesa mantuvo una relajada charla. Recibió además a los miembros de la plantilla de la revista Telva, encabezados por su directora Olga Ruiz, una publicación que celebra su 50 aniversario.
Su último encuentro fue con una representación de la Federación española de Parkinson, asociación para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la enfermedad y sus familiares, que acudieron con su presidenta, María Jesús Delgado de Liras.
Los Príncipes de Asturias finalizarán la semana en Asturias, donde el viernes se entregarán los premios que llevan su nombre y volverán un año más a escuchar el sonido de las gaitas. Este año sin duda esta visita tiene un significado especial ya que se cumplen diez años desde que se tomara la primera imagen pública de la pareja, precisamente en aquellos galardones. Una instantánea en la que nadie reparó dado que no se sospechaba nada de la relación entre ambos, hasta varios días después, cuando se anunció el compromiso. Un aniversario que hay que celebrar sin duda.