La Reina y la infanta Elena se han acercado a la clínica Quirón de Pozuelo, en Madrid, minutos antes de que comenzara la operación de cadera del Rey, una intervención que se anunció el pasado viernes y que está destinada a sustituir la prótesis que le colocaron el pasado noviembre debido a una infección. Don Juan Carlos entraba a quirófano a las ocho de la tarde pero la intervención no ha dado comienzo hasta 50 minutos más tarde. Doña Sofía ha entrado al centro médico a las 20:20 horas y poco después lo hacían la infanta Elena y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría (el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha viajado hacia Nueva York para participar en la Asamblea General de Naciones Unidas).
Doña Sofía ha accedido al centro sanitario por la puerta principal, ante gran expectación de los periodistas de numerosos medios de comunicación apostados desde esta mañana frente al hospital. Los Príncipes de Asturias llegaban a la clínica Quirón en torno a las 22:50 horas.
Finalizada la intervención al monarca, la Reina, los Príncipes y la infanta Elena comparecían ante los medios a la salida de la clínica. Doña Sofía ha declarado que aún no había visto al Rey, que estaba dormido, y que estaban muy contentos porque la operación había sido "un éxito". Don Felipe, por su parte, añadía que estaban "muy contentos y animados" porque "todo ha ido como la seda".
En torno a las tres y cuarto de la tarde y tras cumplir con el último compromiso de su agenda por la mañana, don Juan Carlos se trasladó al hospital madrileño. Desde el vehículo en el que llegó, saludó a los numerosos medios congregados a las puertas del centro y respondió a las preguntas sobre su estado: “Bien, ahí voy”. Fuentes del palacio de la Zarzuela informaron que la operación se llevaría a cabo entre las 19 y las 20 horas y una vez finalizada la misma, tendrá una duración aproximada de dos horas, comparecerá el doctor Miguel Cabanela para informar sobre el resultado de la misma.
Este cirujano es el responsable de la intervención al Monarca, que llevará a cabo ayudado de un especialista canadiense en cirugía de cadera que, al igual que él, trabaja en la clínica Mayo de Minnesota, el estadounidense Robert Trusdale, y el traumatólogo Ángel Villamor. Este facultativo fue el que le implantó el pasado 23 de noviembre la prótesis que ahora tendrá que ser sustituida debido a la infección. En el quirófano, Cabanela habrá de decidir si conviene sustituirla en una sola intervención o en dos, la primera para cambiar la prótesis por una temporal, recubierta de antibióticos, y la segunda, al cabo de unas ocho semanas, para implantarle la definitiva.