"Unidos ante la adversidad", así definía hace unos días Mario Pascual Vives, abogado de Iñaki Urdangarin, el matrimonio de la infanta Cristina y el exjugador de balonmano. Y así lo muestran estas imágenes de la pareja captadas este fin de semana, cuando la hija del Rey acompañada de su esposo acudía un pabellón municipal a ver jugar a sus hijos al balonmano, una afición heredada de Urdangarin, medalla de bronce con la Selección Española de Balonmano en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.
A pesar de los problemas legales a los que se enfrenta el matrimonio debido al Caso Nóos, doña Cristina e Iñaki intentan dar sensación de normalidad continuando con su rutina diaria en la que, por supuesto entra acudir a animar a sus hijos. Por ello optaron por pasar un sábado relajado y en familia, intentando además, pasar desapercibidos. Doña Cristina, con gafas de sol, se mostró de lo más sonriente a la salida del partido, así como su marido, al que últimamente es difícil verle sonreír.
Y es que si no era bastante con la imputación de Iñaki Urdangarin en el ‘Caso Nóos’, hace unas semanas conocíamos que el juez instructor del caso, José Castro, también imputaba a doña Cristina. La imputación de la Infanta, no obstante, está ahora en manos de la Audiencia de Palma, ya que la Fiscalía presentó un recurso a tal imputación, por lo que el juez ha cancelado de momento la declaración de la hija del Rey hasta que se decida sobre tal recurso.
Urdangarin, por su parte, y según informaron en su momento los diarios ABC y La Vanguardia, estaría planeando abandonar nuestro país para instalarse en Qatar, donde al parecer le podrían haber ofrecido un puesto en el equipo de la selección de balonmano, junto al que fue su entrenador en sus años dedicados a este deporte, Valero Rivera.
Rivera, que recibió al parecer una oferta de 800.000 euros al año desde la Federación de Qatar que no ha podido rechazar, le ha propuesto a Iñaki formar parte del equipo técnico para entrenar a la selección qatarí de cara a la celebración del Mundial de balonmano, que tendrán lugar en el año 2015, precisamente en este país. Fuentes cercanas a Iñaki Urdangarin aseguran que está decidido a aceptar el puesto como segundo entrenador y volver a dedicarse al balonmano. La nueva perspectiva laboral es una inyección de ánimo para el Duque de Palma, después de diecisiete meses de calvario, y económica, dado que se encuentra actualmente sin empleo y tiene pendiente junto a su exsocio Diego Torres la fianza solidaria de 8,2 millones que les impuso el juez Castro, así como otros cuantiosos gastos. Por el momento, Iñaki viajará a Doha para conocer de cerca cómo sería su trabajo.
En caso de que Iñaki aceptara el puesto, la infanta Cristina y sus hijos permanecerían en Barcelona por el momento, al menos hasta el término del curso escolar, después y tal y como ya hicieron cuando el yerno del Rey se mudó a Washington en el año 2009 por un trabajo para Telefónica, la infanta y sus hijos podrían hacer las maletas y trasladarse a Qatar.