La reina Sofía puso fin ayer a su visita a Mozambique de tres días tras reunirse en el hotel donde se alojaba en Maputo con una vieja amiga, Graça Machel, esposa del expresidente sudafricano Nelson Mandela, quien colabora con ella en iniciativas como el proyecto de investigación sanitaria de Manhiça, el primer centro de investigación biomédica mozambiqueño.
Graça Machel, viuda del presidente mozambiqueño Samora Machel, se fundió en un cariñoso abrazo con la Reina, quien rápidamente mostró su interés por la evolución médica de Mandela, quien recibía el alta el pasado 6 de abril después de nueve días ingresado para ser tratado de neumonía."Se encuentra mejor" afirmaba Graça.
La esposa de Nelson Mandela no pudo coincidir el pasado martes con la reina de España en su visita al Centro de Investigación en Salud de Manhiça, que recibe financiación española y se encuentra gestionado por una fundación de cuyo patronato forma parte Machel, pero no quiso dejar de saludar a doña Sofía antes de su regreso a España.
Antes de esta reunión, la Reina se acercó a conocer la antigua fortaleza portuguesa de Maputo, donde disfrutó de un concierto de timbila, visitó un mercado de arte que ocupa el interior de ese espacio histórico e incluso tuvo ocasión de acariciar a un gato recién nacido.
Doña Sofía ha tenido una apretada agenda de trabajo en Mozambique, donde una vez más, ha mostrado su gran corazón. La Reina visitó ayer dos orfanatos y varias escuelas financiadas por la solidaridad española. La primera parada de la Soberana fue la Casa de Gaiato, que funciona como una gran familia para los 152 niños que viven en ella y para los 56 que, ya mayores, están estudiando fuera, pero al que vuelven en vacaciones. Fue allí donde doña Sofía conoció personalmente a José Vallejo, de Jaén, y María José Castro, de La Coruña, dos de los voluntarios españoles que se desviven por sacar adelante a estos niños.
En otro orfanato, el de la Escuela María Auxiliadora, en Namaacha, donde viven 96 niñas, la Reina recorrió las inmensas salas-dormitorio con las camitas alineadas y perfectamente hechas, con un solo muñeco de peluche en cada una de ellas.
Tras estas visitas, en las que la Reina quedó impresionada con el trabajo realizado por cooperantes y por las misioneras españolas, doña Sofía mantuvo una amena conversación con los periodistas en donde además de alabar el trabajo realizado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aecid), señaló la importancia de ayudar a España en esta difícil etapa por la que atraviesa nuestro país. "Con la crisis que tenemos (en España), ahora es fundamental ayudar fuera, pero también dentro" y precisamente eso es lo que está haciendo la Fundación Reina Sofía, que ella misma preside, desde que estalló la crisis.