La infanta Cristina y sus hijos, Pablo Nicolás, Miguel e Irene, eligieron la montaña como destino de sus vacaciones de Semana Santa. Los Urdangarin viajaron al Pirineo Catalán para disfrutar de unos días de descanso en la nieve y practicar el esquí en la estación de Baqueira-Beret. Ni a Iñaki Urdangarin ni a su hijo mayor, Juan Valentín, grandes amantes de los deportes de invierno, se les vio por las pistas de la localidad leridana del Valle de Arán en las que tanto la Infanta como los tres hermanos pequeños gozaron del buen tiempo. Si bien algunas fuentes informan de que el Duque se encuentra con su familia en el Pirineo, en el chalet que la Familia Real tiene en la Pleta.
La Infanta, que vestía mono blanco, chaqueta de esquí verde lima y casco gris y negro, se mostró sonriente, relajada y muy pendiente de los chavales, también perfectamente equipados para practicar el deporte blanco: Pablo Nicolás, de blanco y marrón; Miguel, de azul y negro, e Irene, con dos coletas, de amarillo y negro. Los tres hermanos, que se han apuntado a cursillos para perfeccionar su técnica, se divirtieron deslizándose por las pendientes nevadas y, como cabría esperar de los expertos esquiadores en los que ya se están convirtiendo, volvieron a demostrar destreza sobre las tablas.
También el resto de la Familia Real se tomará unos días de descanso. Doña Sofía disfrutará de sus tradicionales vacaciones en Palma de Mallorca, mientras el Rey, todavía convaleciente de su operación de hernia discal, permanecerá en Madrid. La Reina será fiel a la tradición y se quedará allí hasta el domingo de Pascua, como todos los años, para asistir a misa en la catedral de Palma. No se ha confirmado todavía quiénes acompañarán a la reina Sofía en la tradicional fotografía de familia, menguante en los últimos años, aunque lo más probable es que no falten los Príncipes de Asturias con sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, que el pasado fin de semana visitaron por sorpresa Almagro, y tal vez tampoco la infanta Elena con sus hijos. Veremos.