Un ejército de hombres trajeados de oscuro con maletines llenos de proyectos toma Cádiz: arranca la XXII Cumbre Iberoamericana. El Rey, que cuenta en esta ocasión con el apoyo de la Reina y de los Príncipes de Asturias, llegó el jueves por la noche a la capital gaditana para participar en la reunión de internacional de Jefes de Estado y de Gobierno. Don Juan Carlos puso rumbo en avión a Jerez y, desde allí, se desplazó en automóvil hasta Cádiz para alojarse en el Parador Nacional, residencia de la delegación española durante la cumbre y escenario de los encuentros bilaterales entre el soberano y otros mandatarios.
El grueso de dirigentes latinoamericanos que asistirán a la XXII Cumbre Iberoamericana se encuentra ya en Cádiz, donde analizarán la crisis económica en Europa y conmemorarán el bicentenario de la promulgación de la primera constitución española, conocida como "La Pepa". La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien asiste por primera vez a una cumbre iberoamericana, el presidente de México, Felipe Calderón, que se despide en Cádiz de las cumbres iberoamericanas ya que concluye su mandato el próximo mes de diciembre, el presidente panameño, Ricardo Martinelli, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien viajó acompañado por el expresidente del Gobierno español José María Aznar, así como los jefes de Estado de Ecuador, Rafael Correa, de Bolivia, Evo Morales, y de Portugal, Anibal Cavaco Silva, entre otros. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y de Uruguay, José Mujica, no asistirán por enfermedad, y tampoco estarán en Cádiz los de Venezuela, Hugo Chávez, ni Cuba, Raúl Castro.
El viernes por la mañana, el Rey mantuvo encuentros previos a la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno en el Parador de Cádiz con el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y el Presidente de Ecuador, Rafael Correa. Además, a mediodía ofreció un almuerzo al presidente de México, Felipe Calderón, acompañado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Precisamente la anécdota del día fue durante la reunión con el dirigente colombiano. El Rey bromeó sobre su salud al recibir, apoyado en una muleta que sujetaba con la mano izquierda, a Juan Manuel Santos. "Aquí me tienes, un poco tullido, pero bien", comentó.
Por la tarde, los Reyes y los Príncipes de Asturias se trasladaron al Oratorio de San Felipe Neri, donde acompañados por el presidente del Gobierno y su esposa recibieron a los Jefes de Estado y de Gobierno y al Secretario General Iberoamericano, asistentes a la Cumbre. Ya por la noche, y una vez inaugurada oficialmente la XXII Cumbre Iberoamericana, don Juan Carlos ofreció una cena en el Parador de Cádiz a los Jefes de Estado y de Gobierno, donde anunció que tendrá que volver a ser operado de la cadera izquierda la semana que viene. "Como habréis podido ver, tengo algunas dificultades de mecánica que han vuelto a aparecer estos últimos días y que me van a obligar, siguiendo el consejo médico, a interrumpir mi agenda oficial para pasar por el taller, es decir, para operarme de la cadera izquierda, que tengo bastante maltrecha".
"Aunque los médicos me recomendaban pasar por el quirófano ya, he querido posponerlo al menos hasta la semana que viene, para poder estar hoy aquí con todos vosotros, mis hermanos iberoamericanos, para fortalecer juntos este extraordinario espacio de afinidades y de afectos que es nuestra Iberoamérica", explicó.
El Rey, que ha recorrido unos 70.000 kilómetros en viajes oficiales durante los últimos seis meses, ha añadido: "no he faltado a ninguna de nuestras citas en 21 años y tampoco estaba dispuesto a estar ausente en esta, en la que, además, España es el anfitrión".
Pese a las notables molestias que sufre desde hace días en la cadera izquierda, tras haber sido intervenido el pasado abril en dos ocasiones en la cadera derecha, el monarca desea completar además sus compromisos iberoamericanos el próximo lunes 19 en el Palacio Real, donde ofrecerá un almuerzo a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff. Esta será la última actividad oficial del Rey antes de la operación, después de haber aplazado hace unos días por consejo médico la visita a París que tenía previsto realizar la próxima semana y durante la que iba a reunirse con el presidente francés, François Hollande.
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