Tras recuperarse de la operación a la que sometió el pasado 14 de marzo de una fractura de la cadera, don Juan Carlos presidió este sábado el Día de las Fuerzas Armadas en compañía de doña Sofía y los príncipes de Asturias, que este viernes pusieron punto y final a su visita oficial a Portugal. Entre una gran ovación y muchos aplausos y vítores, y después de ser recibidos por autoridades como el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, o los ministros de Defensa, Pedro Morenés, e Interior, Jorge Fernández Díaz, el Rey, que se ayudó en todo momento de una muleta, accedió a la tribuna instalada en la Plaza Mayor de Valladolid para que pudiera seguir con detalle toda la celebración junto a la reina y don Felipe y doña Letizia.
El acto, en el que participaron 620 militares de los tres Ejércitos y de la Guardia Civil, comenzó con una batería de salvas y después, dos paracaidistas aterrizaron en la plaza con una gran bandera de España, que seguidamente fue izada antes del homenaje a los caídos, en el que han participado familiares de militares fallecidos en acto de servicio. Este año la celebración ha estado marcada por la austeridad, con un presupuesto de unos 200.000 euros frente a los 1,3 millones del año pasado en su celebración en Málaga, un 85 por ciento menos.
Además, el desfile de tropas se ha limitado a un breve recorrido, entre la Academia de Caballería y la Plaza Mayor de Valladolid, de apenas medio kilómetro, con unidades de los tres ejércitos, de la Guardia Civil y de la Guardia Real a pie y a caballo, pero sin el paso de unidades motorizadas, tanques o carros de combate. Como peculiaridad, destaca la presencia de banderas coronelas de unidades que participaron en la Guerra de la Independencia, con motivo de la celebración este año del Bicentenario de la Constitución de Cádiz.
Aproximadamente 50 minutos después, durante los que el soberano se mantuvo en todo momento de pie, el paso de la Patrulla Águila, cuyos siete aviones han dejado una estela en el cielo con los colores de la bandera de España, cerró el acto que finalizó cuando los reyes y los príncipes abandonaran la plaza tras saludar a los familiares de los caídos por España. A continuación, fueron al Palacio Real de Valladolid, donde se sirvió un cóctel, en el que se ha brindado por España. El rey Juan Carlos emprenderá mañana un viaje oficial por Brasil y Chile.