El príncipe Felipe ha llegado esta mañana a Sierra Nevada para disfrutar, en compañía de unos amigos, de su deporte favorito: el esquí. Don Felipe llegó a la estación pasadas las 09.00 horas, y tras recoger el equipo de una tienda de esquí se dirigió al telecabina Al-Andalus para iniciar un recorrido que le ha llevado hasta las inmediaciones del Veleta, adonde accedió desde el telesilla Borreguiles, según han informado a Efe fuentes próximas a la estación.
El heredero, que se ha confundido entre la multitud como un ciudadano más, está disfrutando de los más de 80 kilómetros esquiables abiertos este sábado en Sierra Nevada. Con esta escapada de carácter privado, don Felipe cumple con la promesa que hizo el pasado mes de diciembre en Fitur al presidente de la Diputación de Granada, Sebastián Pérez: "Prometo ir pronto a Sierra Nevada", aseguró.
Sin embargo, el príncipe no ha contado con la compañía de su esposa, la princesa Letizia, con quien si asistió el pasado jueves a la inauguración de la catedral de Santa María de la Huerta de Tarazona (Zaragoza), considerada "la Capilla Sixtina del Renacimiento español”.
La visita privada del príncipe de Asturias a la estación coincide con el inicio en Mallorca de las comparecencias de los imputados en el caso Nóos. Además, se produce días después de la llegada a Madrid de su hermana, la infanta Cristina. La segunda hija de los Reyes llegó a la capital española después de haber pasado 48 horas en Barcelona para cumplir con sus compromisos profesionales en la Fundación de La Caixa. Lo más probable es que después de casi cuatro meses sin verse la infanta no desaprovechará la oportunidad de pasar por palacio, aunque su visita a La Zarzuela no ha sido confirmada oficialmente, ya que la Casa Real no informa de la vida privada de la familia real.