La infanta Cristina ha vuelto a Barcelona por primera vez desde que estallara el caso Urdangarín y su marido fuera imputado por su implicación en la operación Babel. La hija del rey viajó desde Washington hasta la Ciudad Condal, donde se aloja en el palacete de Pedralbes, para cumplir con sus compromisos profesionales en la Fundación de La Caixa. No ha eludido ninguno de ellos a pesar de que era consciente del revuelo mediático que supondría su presencia en nuestro país. Tras realizar varias gestiones personales y acudir a una reunión de trabajo, la infanta acudió anoche a un acto convocado por el Instituto de Salud Global en la sede de Cosmocaixa. Al evento, presentado por la periodista Gemma Nierga, siguió una cena, en la que también se dieron cita el doctor Bonaventura Clotet, el presidente del Fútbol Club Barcelona, Sandro Rossell; el presidente del Barcelona Meeting Point, Enric Lacalle; el publicista Lluís Bassat, el exministro Narcís Serra y la periodista Mercedes Milá, entre otros.
La llegada de la infanta se produce una semana después de que su marido hiciera una breve visita a la capital catalana. El propio Urdangarín viajó hasta Barcelona para empezar a preparar junto a su abogado, Mario Pascual Vives, su defensa ante su imputación. El duque de Palma deberá declarar el próximo 25 de febrero en los juzgados de Palma de Mallorca sobre el supuesto desvío de fondos públicos del Gobierno balear y de la Comunidad Valenciana al Instituto Nóos, que él presidía. También la infanta Cristina aprovechó su estancia en la Ciudad Condal para reunirse con el abogado de su marido, que ha visto a la infanta "preocupada, como es lógico" en una entrevista "de cortesía" para "recabar algunos datos" después de la reunión del abogado con su marido, y tal vez para preparar también una posible declaración en caso de que el juez la llamara a testificar. Mientras, como demuestran estas imágenes, el trabajo centra toda su atención. "Está especialmente dedicada a cuestiones profesionales de forma intensa", ha declarado Pascual Vives.
Preguntado sobre si Urdangarin expresará arrepentimiento si se demuestra que cometió alguna irregularidad, Mario Pascual Vives se ha referido a las primeras comunicaciones del duque de Palma y ha señalado que "él tiene la convicción de haber actuado correctamente, pero si no, habrá que ver en qué dimensión y entiendo que entonces pediría perdón". "Siempre todos en la vida si pudiéramos tirar el tiempo atrás, haríamos cosas de otra manera", ha manifestado el abogado.