Oviedo ha vuelto a vestir sus mejores galas para la XXXI edición de los premios Príncipe de Asturias que de nuevo tuvieron en el Teatro Campoamor su escenario. La reina Sofía y los Príncipes de Asturias ejercieron de anfitriones de los galardones, en los que este año se premió, entre otros, a Leonard Cohen y los héroes de Fukushima, y que estuvieron marcados por el anuncio de “cese definitivo de la violencia” hecho por ETA sólo 24 horas antes, el jueves 20 de octubre.
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La reina Sofía y los príncipes desfilaron por la alfombra azul puntuales, a las seis y media de la tarde. La reina combinó un vestido con chaqueta en tonos grisáceos, con algún detalle de encaje en las solapas de la chaqueta, muy a la última esta temporada. Doña Letizia confió una vez más en su diseñador favorito Felipe Varela, que ha sido el encargado de vestirla en cada uno de los actos a los que ha asistido en la capital asturiana en los últimos días. Lució un vestido en muselina moka con flores bordadas y superpuestas al tono, cinturón y cartera, en tono pitón bronce, también de Varela, y zapatos de charol en color nude de Magrit. Siguiendo las últimas tendencias del otoño, el vestido tenía la parte superior transparente y en el pelo escogió un favorecedor recogido con “aire retro” . Las dos volvieron a hacer gala una vez más de la elegancia y la sencillez que las caracteriza.
El esperado discurso del príncipe
El discurso de don Felipe ya generaba una gran expectación horas antes de ser pronunciado. Comenzó, como no podía ser de otra manera, con una alusión al anuncio de la banda terrorista, uno de los temas en los que se centra la actualidad política y que ha suscitado reacciones a todos los niveles. Don Felipe dijo: “Ayer conocimos que quienes han martirizado durante tantos años a la sociedad española con su violencia terrorista asumen su derrota. Es desde luego una buena noticia, es sobre todo una gran victoria del estado de derecho, una victoria de la voluntad de las instituciones democráticas, del sacrificio y el trabajo abnegado de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en definitiva del conjunto de la sociedad. En esta hora en la que la libertad y la razón se abren camino sobre la barbarie, quiero volver la mirada, querría que todos unidos volviésemos la mirada, con inmenso cariño y respeto hacia las víctimas, hacia su dolor y rendir el homenaje más emocionado a su memoria y dignidad”. Ha sido sin duda uno de los momentos más emotivos de la tarde ya que todos los asistentes a la ceremonia, premiados e invitados, se han puesto entonces en pie para aplaudir sus palabras. Tras dedicar unos minutos a cada uno de los galardonados, don Felipe recordó a las cooperantes secuestradas en África Orienta y los difíciles momentos de crisis económica que atraviesa España, añadiendo que "ninguna gran nación puede abordar la crisis desde el pesimismo" y que "hay que cumplir con nuestras responsabilidades".
La ceremonia la arrancó el presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, Matías Rodríguez Inciarte, que hizo referencia a la crisis y al papel de los premios para resaltar la capacidad del ser humano ante las dificultades, y las de Leonard Cohen, premio Príncipe de Asturias de las letras. El cantante por su parte se confesó “muy emocionado” por el reconocimiento de la fundación y añadió que “es difícil aceptar un premio por una actividad que no controla”, como es la poesía. Demostró su afición por la literatura de Federico García Lorca, de quien dijo que fue gracias al que descubrió “su voz”.
A continuación recogieron su galardón Riccardo Muti, de las artes, uno de los mejores directores de música clásica del mundo; Howard Gardner, ciencias sociales, reconocido internacionalmente por su teoría de las inteligencias múltiples; The Royal Society, comunicación y humanidades, es la comunidad científica en activo más antigua del mundo y al subir a recoger el galardón chocaron las manos en un simpático gesto; y Haile Gebrselassie, deportes, considerado el mejor corredor de larga distancia de todos los tiempos y que ha lucido el atuendo más original de la tarde en blanco y dorado.
También Bill Drayton, cooperación internacional, impulsor de la figura de los emprendedores sociales, hombres y mujeres que desarrollan iniciativas innovadoras para el bien común; Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti, investigación científica y técnica, cuyas investigaciones han abierto esperanzadoras vías a una nueva generación de tratamientos para combatir enfermedades neurodegenerativas o asociadas al cerebro, como el Alzheimer, el Parkinson o el Autismo; los Héroes de Fukushima, concordia, un grupo de personas que representa los valores más elevados de la condición humana, al tratar de evitar con su sacrificio que el desastre nuclear provocado por el tsunami que asoló Japón (acudieron representantes de los bomberos, militares y policía) y Leonard Cohen, de las letras, considerado uno de los autores más influyentes y polifacéticos (cantante, escritor y pintor) de nuestro tiempo.
El evento se clausuró sobre las ocho de la tarde con el siempre evocador sonido de las gaitas que interpretaron el himno de la comunidad y precedieron la salida de los asistentes.