La princesa de Asturias y su excuñado Jaime de Marichalar han coincidido casualmente en un conocido restaurante de Madrid. Fue la semana pasada, cuando doña Letizia salió a almorzar con un grupo de amigas a este establecimiento, donde eligió un lugar discreto para no llamar la atención. Fue entonces cuando sus acompañantes vieron al exmarido de la infanta Elena y avisaron a la princesa, que estaba sentada de espaldas a él y tampoco le vio al entrar.
Jaime de Marichalar, al percatarse de su presencia, se levantó hasta su mesa para saludarla. El encuentro fue corto, pero muy correcto, y después cada uno fue a su sitio para continuar con la comida.
La primera en abandonar el restaurante fue la princesa de Asturias, que para esta reunión de amigas llevó un pantalón vaquero, una camiseta blanca, un fular de rayas, cazadora de cuero de estilo motero, botas beige, un bolso bandolera y unas gafas de sol estilo aviador. Después de comer, dieron un pequeño paseo por las inmediaciones y luego doña Letizia se metió en un coche que vino a recogerla.