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Las tres décadas que la Copa del Rey de Vela cumple en esta edición merecían una emotiva celebración como la que anoche se le brindó en el Real Club Naútico de Palma y que contó con la presencia de los Reyes, los príncipes de Asturias, la infanta Elena y los duques de Palma de Mallorca.
Don Juan Carlos llegó conduciendo su coche y sin muletas prueba de que la recuperación de la operación en la rodilla derecha a la que fue sometido el pasado mes de junio no está teniendo complicaciones. Hacía dos años que don Juan Carlos no acudía a la sede de las regatas que llevan su nombre. Hace dos ediciones le veíamos por última vez a la caña del Bribón, la embarcación cuyo armador, Josep Cusí, es un gran amigo suyo. El verano pasado una reciente operación le impidió participar en la regata. El Bribón se despide de la alta competición este año después de haberse proclamado en cinco ocasiones triunfador en la regata mallorquina y anoche también se homenajeó a esta embarcación en la que el Rey ha navegado desde 1972.
Antes del inicio de la cena, el presidente del RCNP, Matías Salvá, dirigió unas palabras a todos los asistentes y se refirió a Su Majestad El Rey como el “gran patrón de la copa, una figura “que marco el rumbo” a seguir por esta competición hasta ser “la regata más importante del Mediterráneo y un referente mundial”. “Muchas gracias por contagiarnos de forma constante vuestro amor al mar, y por apoyar esta regata”, sentenció el anfitrión de la velada. “Esta regata y este club os debe mucho, y es una deuda que no se puede saldar”. A continuación, hizo entrega a don Juan Carlos de la primera copa del Rey de honor.
SM El Rey tuvo un cálido recuerdo para una regata “en la que tantos inolvidables momentos hemos compartido juntos”. “Quiero expresar mi agradecimiento a todos los hombres y mujeres que se han afanado porque la Copa del rey sea un referente mundial en el mundo de la vela”, y tuvo una mención especial para las instituciones y personas que, acto seguido, serian homenajeadas por el RCN de Palma. Entre ellas, el armador de la saga del Bribón, barco con el que el monarca consiguió cinco títulos en Palma, un José Cusí al que puso como “ejemplo que guiará por muchos años la vela española”. “En el ejemplificamos la pasión por el Mar”, apuntó don Juan Carlos, quien también agradeció el legado de Enrique Puig, “no por su financiación en muchísimas ediciones, sino por abrirnos el camino a una competición que aúna de forma equilibrada lo social y lo deportivo”.
A continuación, Javier Sanz, presidente del Comité Organizador de la 30 Copa del Rey Audi Mapfre, procedió a la entrega de 7 distinciones a personas claves que han hecho realidad estos 30 años de historia de la Copa del Rey, que fueron entregadas por SM El Rey Don Juan Carlos. Las distinciones, consistentes en una replica del Trofeo original de la Copa del Rey, recayeron en el Ayuntamiento de Palma; la Armada Española, recogida por el Vicealmirante Jaime Rodríguez-Toubes; Enrique Puig, recogida por su viuda Eulalia Alsina; Jaime Enseñat, expresidente del Comité Organizador de la Copa del Rey; Gabriel Barceló, expresidente del RCNP; Matías Salviá, actual Presidente del RCNP; y por último, el armador del Bribón José Cusí. A la cena, servida en el restaurante del club naútico, acudieron unas 150 personas que disfrutaron de un menú compuesto por gazpacho, mousse de foie con pan de especias, Merluza con verduras de temporada y, de postre, gató de chocolate con avellanas y helado de nata.
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